II
Yo no sabía que era color de piel, solo si
era querido o no. Sentía que era querido cuando era alimentado, si tenía frio
era abrigado y si estaba delicado era cuidado.
Y de niño se puede leer fácilmente los
sentimientos de la gente con solo ver la faz de la persona, la profundidad de
la mirada, la entonación de su voz.
No, yo no sabía que raza era, no me
imaginaba teniendo raza alguna, para mi yo era neutro. No me miraba al espejo.
A los tres o cuatro años no sabía que era eso. Por eso era amigo de todos. Mis
amiguitos eran zambitos, negritos, cholitos, serranitos y blanquitos, todos
éramos niños y como niños solo estábamos hechos para jugar y para jugar se
necesitan todos los niños.
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