jueves, 2 de julio de 2020

¡Guíame Mabel! - II


II

Yo no sabía que era color de piel, solo si era querido o no. Sentía que era querido cuando era alimentado, si tenía frio era abrigado y si estaba delicado era cuidado.
Y de niño se puede leer fácilmente los sentimientos de la gente con solo ver la faz de la persona, la profundidad de la mirada, la entonación de su voz.
No, yo no sabía que raza era, no me imaginaba teniendo raza alguna, para mi yo era neutro. No me miraba al espejo. A los tres o cuatro años no sabía que era eso. Por eso era amigo de todos. Mis amiguitos eran zambitos, negritos, cholitos, serranitos y blanquitos, todos éramos niños y como niños solo estábamos hechos para jugar y para jugar se necesitan todos los niños.


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