lunes, 12 de julio de 2021

¡Guíame Mabel! - XXX


La cumbre de mis expresiones amorosas que las canciones de Bread escalaron conmigo fue “Aubrey”. Es una triste canción, así se siente por la melodía y lo enfatiza la letra. Aubrey es el nombre de una chica singular con un nombre que no es común. El protagonista esta prendado de esta chica, sin saber porque ni cuando empezó. Pero sus sentimientos amorosos no están correspondidos. Aubrey no lo rechaza, solo se desentiende. Y él lo lamenta, lamenta que no haya surgido el amor entre ellos o si nació nunca se dio cuenta. Y la extraña, intensamente, tanto que haría lo imposible para estar con ella. A pesar que no la conocía, igual la llego a amar. Sin ella, decide vivir lo mejor que puede, aunque sin la mejor chica.

Si las canciones de Bread comunicaban el amor que sentía por Mabel, otro medio anunciaba la tragedia.

Una vez le envié a Mabel un poema romántico y me comentó que le parecía muy bueno y terminó sus palabras recomendándome que siguiera escribiendo poemas. Me gustó su comentario, pero yo difería de que mis poemas tuvieran el valor que ella le daba. Yo no entendía poesía, era enigmática para mí, casi nunca encontraba su mensaje escondido enredado en palabras bellas y hermosas. Pero no sé cómo empezó a brotar versos de mi mano que le dedicaba a Mabel.

Hay un hombre que mira

por los dos huecos de mi rostro

se esconde en mi cuerpo en el día

sale en las noches y te busca

porque tú le has dado vida.

Ese hombre que mira

por los dos huecos de mi rostro

se adueñó de mi corazón

de mi razón y mi cordura

y me hace decirte

que te quiero con locura.

 

Le envié ese poema, pero no recibí ningún comentario, no lo necesitaba ni lo esperaba, me sentía más que contento de que al menos lo haya recibido.

Un día la fui a saludar por su cumpleaños. Se demoró en bajar hasta que lo hizo, toda fresca y con el cabello mojado.

-Me estaba bañando – me dijo

-¡Con este frio! – Le dije pues era invierno. Sonrió.

Fue un buen motivo para enviarle otro poema.

En mi vida

hay dos fenómenos

que cautivan mi atención

y trastornan mi mente

Son entes celestiales

que rompen leyes naturales

y son tu ser y tu quehacer

de cosas insustanciales

Ellas se tornan en un ritual

inofensivo y fatal

hechas con desenfado

tu cabello mojado

tu carmín tu peinado

tus brazaletes

el color de tus aretes

tus jeans apretados

Son objetos que me tienen

medio tonto trastornado

y completamente enamorado

Pero la fatalidad se iba acercando y sin saber porque empecé a escribir tétricos poemas.

Como que en el mundo

hay muerte

cuando el cuerpo acaba

por corromperse

como que retorna

tu ser a la gloria

cuando el espíritu

vuelve a su fuente

Así desde que mis ojos

no te han visto

las últimas palabras

que mi boca ha vertido

un eco al infinito han sido

y juro que siempre han de ser

¡Hasta volvernos a ver!

viernes, 2 de julio de 2021

La Sonora Matancera - Margarita - Canta: Tony Álvarez


Escuché esta canción de la Sonora Matancera a comienzos de los sesenta. Yo era un niño y me gustó la canción por el estribillo: lalalalalala, lalalalala, lala, y porque contaba que Margarita iba a la fuente y lalalalalala, lalalalalala, lala. No entendía el resto de la letra.

Ahora que escucho la canción con detenimiento, no era tan inocente pues Margarita iba a la fuente, que es un lugar apartado y que generalmente estaba en el campo, donde hay flores, arbustos y árboles, ósea, un lugar para pasarlo a solas o con alguien. Margarita pasaba horas por allí y regresaba contenta por algo que veía o le pasaba allí. Después, aunque personajes importantes la pretendían, ella la pasaba llorando y ya no iba a la fuente. Algo malo le pasó a Margarita pues la gente murmura. Y lo que redondea la idea que Margarita tuvo un desliz desafortunado es indicado cuando la letra cuenta que “de las niñas bonitas brotan nardos y jazmines”, quiere decir que de ellas nacen, metafóricamente, seres vivos.