Hoy me desperté aporreado, cansado y maltrecho. Me vi envuelto en una pugna, pero en mis sueños. Allí dos contendores se enfrascaron en una lucha a muerte. Pero estos rivales no eran gente sino dos canciones que se desgañitaban tratando de abatir la una a la otra. Lo curioso es que yo recibía los golpes. Cuando amaneció, en mis oídos aún se alternaban la melodía de esas canciones. Aturdido no me daba cuenta quienes eran los verdaderos contendores.
Con uno de los rivales me identifiqué de inmediato. Este contaba una anécdota sentida, triste y
humana: la indiferencia consciente o inconsciente del hombre por el prójimo,
algo universal y actual. Pero el tipo que cantaba la empalmó con un sentimiento y dolor íntimo.
Gritaba la ausencia del ser querido, el dolor le salía de las entrañas, le
raspaba la garganta y le desfiguraba la cara. Todo esto le acaecía a Alex Lora, el cantante del Tri de “Cuando tú no estás”.
… Voy rolando por la gran ciudad
Viendo a miles de gentes pasar
Unos van muy serios, otros van sonriendo
Y otros van corriendo como queriendo escapar
… De pronto veo los niños, en la esquina están
Pidiendo pa' un taco, pidiendo pa' un pan
Sus caritas reflejan la necesidad
Y el vacío que se siente cuando tú no estás
… Más prendido que el sol
Más oscuro que la negra noche
Más profundo que el mar
Más absurdo que la realidad
Más ardiente que el fuego infernal
Más inmenso que la eternidad
Así es el vacío que se siente cuando tú no estás
… La gente pasa sin voltear a ver
A los pobres niños que no tienen qué comer
Algunos les dan algo pero, la mayoría no da nada
Y su triste mirada me hace sentir
… Más prendido que el sol
Más oscuro que la negra noche
Más profundo que el mar
Más absurdo que la realidad
Más ardiente que el fuego infernal
Más inmenso que la eternidad
Así es el vacío que se siente cuando tú no estás
Si, yo también siento desierto
este mundo, viviendo una absurda realidad y soportando una insoportable vida,
el de tener conciencia que tú no estas, en esta tierra, en este tiempo y en esta existencia,
donde Dios no se apiada, ni tiene porque, aunque tenga razón. Porque el dolor
no existe, aunque es real, el vacío no existe, aunque se siente y la ausencia
no existe porque es un hasta pronto.
De pronto resuena un trino y
una exclamación:
Hay tanto que quiero contarte
Hay tanto que quiero saber de
ti
Ya podemos empezar poco a poco
Cuéntame, qué te trae por aquí
No te asustes de decirme la
verdad
Eso nunca puede estar así tan
mal
Yo también tengo secretos para
darte
Y que sepas que ya no me
sirven más
Hay tantos caminos por andar
Dime si tu quisieras andar
conmigo, oh-oh-oh
Cuéntame si quisieras andar
conmigo, oh-oh-oh
Dime si tu quisieras andar
conmigo, oh-oh-oh
Cuéntame si quisieras andar
conmigo, oh-oh-oh
Estoy ansiosa por soltarlo
todo
Desde el principio hasta
llegar al día de hoy
Una historia tengo en mi para
entregarte
Una historia todavía sin final
Podríamos decirnos cualquier
cosa
Incluso darnos para siempre un
siempre no
Pero ahora frente a frente,
aquí sentados
Festejemos que la vida nos
cruzó
Hay tantos caminos por andar …
Era una balada, con una voz tierna que invita a conocerse, un convite esperanzador dentro una simple acción, el caminar juntos. Era la voz de Julia Venegas que casi ruega conocernos y que se transfigura en tu voz, porque hay tanto por decirte que podría andar contigo y contarte todos los infinitos pensamientos que tengo para ti. Al final, tú ganaste mi corazon.
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