miércoles, 14 de abril de 2021
martes, 13 de abril de 2021
domingo, 11 de abril de 2021
¡Guíame Mabel! -XXVI
Yo solía pensar
que las experiencias fuera de lo normal eran sucesos que le pasan, en mayor o
menor grado, a todas las personas del mundo. Nunca pensé que algunas personas
nunca tuvieron alguna. Contrariamente, a mí me habían ocurrido muchas.
Un día de
invierno en Lima, se le ocurrió a mi padre ir con toda la familia a Ica,
específicamente a La Huacachina, la laguna turística a pocos kilómetros de la
ciudad de Ica. Nos acomodamos los siete miembros de mi familia en el auto de
ocho cilindros Pontiac, Le mans. Salimos como a las seis de la noche para
llegar a la laguna como a las once.
Al llegar dimos
una vuelta para conocer la laguna y luego buscamos un hotel para alojarnos. Nos
dijeron que no había ninguna habitación disponible. En ese tiempo, en los
sesenta solo había un hotel. Entonces decidimos dormir en el auto, total ya era
casi las doce de la noche. Volvimos a la laguna y nos estacionamos en una calle
al lado de un parque con vista a la Huacachina. Nos acomodamos lo mejor que
pudimos, cuatro hermanos atrás y y yo y mis padres adelante. Estaríamos
cogiendo el sueño cuando empezó a escucharse una guitarra.
- ¿Quién estará
tocando guitarra a esta hora? –Preguntó mi padre.
- Ni siquiera es
una serenata. – Contesté.
Bueno, la
guitarra no se escuchaba muy fuerte, además la música era melódica y suave. Así
que decidimos seguir durmiendo.
La guitarra
siguió sonando, pero no le dimos mucha importancia y empezamos a dormir.
De pronto, el
auto se meció de izquierda a derecha. Pensamos que era un movimiento sísmico y
abrimos las puertas rápidamente y salimos. No vimos a nadie, ni nadie gritaba
¡Temblor! Que extraño nos pareció, pero ante la evidencia de que no había nada
nos acomodamos otra vez para dormir.
Habría pasado un
momento cuando otra vez el auto se volvió a balancear. Instintivamente yo
volteo para ver la parte trasera del auto y diviso a un hombre que apoyando sus
manos sobre la maletera hacia balancearse el auto. Bajé del carro y fui a
buscar al tipo. No lo encontré. Me agaché para mirar debajo del Pontiac,
pensando que allí se había escurrido, pero no había nada. Me dije, este tipo es
muy rápido para desaparecer en un segundo porque apenas lo vi, salí
instantáneamente a buscarlo. No nos quedó otra opción que intentar dormir otra
vez. Pero esta vez estaría preparado cuando el hombre volviera a balancear el
auto.
Habremos dormido
un rato cuando el auto se volvió a zarandear. No miré a ningún lugar, abrí la
puerta y salí a atrapar al facineroso. Corrí detrás del auto donde sabía que no
lo iba a encontrar y enfilé a la esquina de la calle siguiente. Para mi
sorpresa no había nadie, nadie corría huyendo, todo estaba tranquilo. Regresé
al auto para decirle a mi familia que no había encontrado a nadie. Mi padre
decidió dejar la Huacachina y regresar lo más pronto a Lima.
Al poco tiempo
me entero que en la Huacachina penaban.
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sábado, 10 de abril de 2021
viernes, 9 de abril de 2021
The Mamas & the Papas - Dedicated To The One I Love
Aunque estoy lejos de ti, mi bebé
Sé que es duro para ti, mi bebé
Debido a que es difícil para mí, mi bebé
Y la hora más oscura es justo antes del amanecer
Cada noche antes de irse a la cama, a mi bebé
Susurra una pequeña oración para mí, mi bebé
Y luego dile a todas las estrellas del cielo:
Esto está dedicado a la persona que amo
La vida nunca puede ser
Exactamente como queremos que sea
Podría estar satisfecho
Sabiendo que me amas
Si hay una cosa que quiero que hagas
Especialmente para mí
Y es algo que todo el mundo necesita
Aunque estoy lejos de ti, mi bebé
Susurra una pequeña oración para mí, mi bebé
Debido a que es difícil para mí, mi bebé
Y las más oscuras horas que justo antes del amanecer
Hay una cosa que quiero que hagas
Especialmente para mí
Y es algo que todo el mundo necesita
Cada noche antes de irse a la cama, a mi bebé
Susurra una pequeña oración para mí, mi bebé
Y luego dile a todas las estrellas del cielo:
Este va dedicado a la persona que amo
Esto está dedicado a la persona que amo
Esto está dedicado a la persona que amo
Esto está dedicado a la persona que amo
jueves, 8 de abril de 2021
martes, 6 de abril de 2021
¡Guíame Mabel! - XXV
XXV
Cuantas veces
escuche decir que uno labra su destino, que mi voluntad decide el rumbo de mi
vida, que uno forja su futuro, que con esfuerzo y trabajo podría alcanzar la
felicidad.
Ósea, nada está
decidido en la existencia, era un juego de azar donde yo jugaba mis cartas que
con dedicación hubiera conseguido. Tener amigos y buenos amigos también se le
atribuye a la suerte.
Suerte tuve de
conocer a Pepe. Era 1976 y yo tocaba rock en un conjunto musical. Alguien le
pasó la voz a Juan, quien era el jefe del grupo folclórico donde tocaba Pepe.
Me invitaron a que tocara la guitarra con ellos. Generalmente yo hacía los bordones y “llamados” de la música andina de acuerdo a la región o
provincia de la canción. Pepe tocaba el charango, Juan la quena y una chica,
Fresia, el bombo. Hacíamos presentaciones en eventos culturales los fines de
semana y eventualmente en los días de semana. Estuvimos en ese plan por casi un
año.
Un martes dos de
octubre se me ocurre darle una serenata a mi padre por su cumpleaños. Seria
apoyado por mis hermanos y unos amigos que también tocaban instrumentos.
Teníamos quena, zampoña, guitarra y bombo. Faltaba el charango que le daba
alegría y tradición a las canciones andinas.
El charango era
un instrumento difícil de conseguir. No se hacían muchos porque pocos sabían
tocarlos. Así que le pediría prestado el charango a mi amigo Pepe. Fui a su
casa en la urbanización Sol de Oro.
Cuando fui me
dijeron que estaba en el Jirón Ica, en el local del grupo “Retablo”. Fui allá y
lo encontré ensayando con otro grupo. Le pedí que me prestara el charango
cuando acabara su ensayo. Me dijo que ya. A las ocho de la noche lo fui a
buscar y le pedí el charango.
-Lo voy a
necesitar mañana en la noche.
-No te
preocupes, te lo llevo a tu casa mañana por la mañana
-La verdad, se
lo he prestado a un amigo.
Eso me
desilusionó tremendamente. Había perdido casi un día tratando de que me lo
prestara para que me defraudara de esa manera. Yo que había hecho la idea de
que la serenata iba a salir bonita. Frustrado regresé a mi casa y di la
serenata sin el charango.
Paso un año y
estaba en mi casa cuando toco la puerta Pepe. Nos saludamos y me reveló el
motivo de la visita. La visita era extraña porque nunca había venido a mi casa
y no lo había visto desde el día martes dos de octubre del año pasado cuando me
negó el charango. Y justo se aparece un año después en la misma fecha, 2 de
octubre.
-Quisiera que me
prestes tu charango.
Me asombró que supiera que tenía un charango. El charango que yo tenía era un
quirquincho, un charango especial, estaba hecho del caparazón del armadillo. El
charango que rehusó prestarme era de madera, que no chillaba como el mío.
-Necesito que me
lo prestes porque tengo un evento y no tengo charango.
-No tengo
charango, el que uso me lo presta un amigo que vive en Balconcillo.
-¿Puedes darme
la dirección para pedirle que me lo preste?
-Claro! Espérame
un ratito que saco su dirección.
Mientras entraba
en mi casa me detuve a pensar en lo que estaba haciendo.
Yo tenía el
charango conmigo pues lo había comprado a mi amigo puneño. El negárselo me parecía
egoísta. Entonces reflexioné. Pepe me viene a pedir el charango al año exacto
cuando me lo negó. Encima me engaño diciéndome que me lo daría cuando después
se negó. También pensé en todo el trabajo que Pepe había hecho para localizarme
y venir desde tan lejos hasta Javier Prado en San Isidro. Sentí compasión. Dudé
que el supiera que estaba pasando, que al año de haberme negado prestarme el
charango él se ponía en el lugar que yo estuve un año atrás.
Bajé de mi dormitorio y le di una dirección que me imaginé tendría mi amigo Lucho, el del charango, porque la verdad la
desconocía.
Le entregué la dirección a Pepe y se fue a localizar a mi amigo. Al cabo de una
hora regresa Pepe y toca mi puerta.
-Encontré a tu
amigo y me dijo que no tiene el charango.
Me asombré que
Pepe hubiera encontrado una dirección falsa.
-No sé por qué
te habrá dicho eso. Tal vez no quiere prestártelo. -Lo vi entristecerse.
En ese instante
dudé. Pensé que de todas maneras debería prestarle el charango. Pero, de
pronto, me acordé de la duda que tuvo Arjuna frente a una batalla que se relata
en el Bhagavad Gita. Arjuna era un guerrero líder de su familia que iba a
luchar por recobrar su reino arrebatado por sus familiares, tíos y primos. Al
verlos frente a su ejército, Arjuna se desploma y rehúsa dar inicio a la
batalla porque eso causaría la muerte de sus parientes. Ante ese hecho, su
amigo el dios Krishna le aconseja que lo haga porque esos familiares no eran
merecedores de su reino y que para todas luces ellos ya estaban muertos pues no
es de Arjuna la decisión que ellos vivan o mueran. Entonces Arjuna da inicio a
la batalla.
Entonces entendí
que no era casualidad lo que me estaba pasando, que yo tan solo era un
instrumento del desenlace que Pepe iba a sufrir. Yo tenía que cumplir mi parte
en ese juego cósmico del destino que ya estuvo establecido entre Pepe y yo.
Lo mandé al
Centro del Arte Popular de San Marcos, donde tenían un charango, aunque dudé que se lo fueran a prestar.
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Sun King - The Beatles (Subtitulado Español)
“Sun King” fue grabada en 1969 por Los Beatles.
Los Beatles siguen la corriente que se da en los sesentas y aun los setentas donde se glorificaba al sol. Ellos ya habían grabado una canción con el título “Aquí viene el sol”. Esta canción es casi una parodia de aquella. La traducción de la primera parte es correcta, no así la segunda parte donde mezclan el italiano con el español que le da un sentido confuso.
jueves, 1 de abril de 2021
¡Guíame Mabel! - XXIV
El mundo era
extraño, se podía percibir, se podía oler, sentir y ver. Así de claro yo, de niño, era capaz de ver a
los sintientes obrando forzadamente en él, dolientemente, frustradamente. Yo me
daba cuenta. ¿No se daban cuenta los mayores? Solo necesitaban mirarse en el
espejo y ver las máscaras que se ponían cada día, de sinceridad, honestidad,
sensibilidad. Llevaban la vida de carrera de galgos, rompiéndose la pata y la
vida para existir.
Intuí que no era
conveniente que los adultos supieran que yo sabía lo que ellos no. Yo poseía
unos ojos auscultadores, interrogativos, pero más que todo observadores. Ya
tempranamente delataron mi inteligencia.
- ¿No le ves los ojos? –Escuché a mi
padre increparle a mi mama sobre mí.
Entonces no me
esforzaba en parecer listo. Por eso me conducía modestamente en la casa y en la
escuela. Pero frente a los otros niños no tenía por qué. Para ellos yo me
portaba “mal”, decía o hacia cosas que no se debía. Hasta los más grandes que
yo se extrañaban que usara palabras que ni siquiera ellos conocían, como cuando
use la palabra “lacónico” cuando tenía seis años. Los chicos de doce me miraban
como “bicho raro”.
Algunas veces me
ganaba los sentimientos y me exponía a que yo mismo me incriminara.
Una vez mi mamá
conversaba con su hermana mayor quien le contaba que había soñado que tenía
unos mellizos. No perdí ese momento de hacerme notar.
- Mamá, ¿Por qué no sueñas también con
tener mellizos?
- ¡Cállate, chico malcriado! – grito mi
tía.
Hasta allí llegó mi osadía.