No he de ocultarte que empecé a imaginar que ya no vienes a mis sueños por tu propia voluntad. Motivos varios y válidos los hay. Pero ten presente que éramos lo prohibido en el mundo material y aunque temprano te marchaste a la dimensión celestial, en este mundo sensorial aun persisto yo.
Entonces, de tanto
en tanto, regálale a mi conciencia tu presencia; obséquiales a mis ojos tu
apariencia; provee de emoción a mis vivencias y concede alegría a mi
existencia.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario