miércoles, 17 de septiembre de 2025

¡Guíame Mabel! - LXXXII


 Te llamo y me dirijo a ti todas las noches porque los sueños son gratos cuando estas allí conmigo. Eran tan inesperados que me sorprendían. Me revelaban el amor que sentías por mi. Pero tu presencia en mis sueños se fue haciendo escasa y descontinuada en el tiempo. Por último, dejaste de presentarte, a lo más, me dejaste mensajes con singulares canciones que expresaban tu deseo.

Se que no te has olvidado de mi, es imposible que eso suceda. Tu sabes que yo te sigo queriendo, como tú a mí. Si no vienes es por razones que están más allá de tu voluntad.

Sintiendo todo eso, me pregunte si había un medio para lograr que tu vengas. Un día descubrí que hay un rezo, una plegaria que se repite al dormir para convocar a la persona deseada. Esa es ALLAS GALLI YNOMINAM y tener un último pensamiento hacia la persona elegida. Se dice que un mago en la Edad media creo este método en su laboratorio. Traté de ver si era cierto, pero desistí después de pocos intentos.

Entonces pensé, debe de haber una forma mía, particular para llamarte. Elegí la canción de mi discoteca que mas sentimiento tenia hacia ti. La puse en mi teléfono para que se repitiera indefinidamente, me puse los audífonos y me acosté pronunciando tu nombre. Me dormí.

Estaba en una ciudad que se asemejaba a la ciudad donde vivo, ciudad de clase media a baja. Sus calles eran semi modernas, edificadas en los 50. Transitaba por allí hasta que me introduje a una casa grande, espaciosa. Entré por el jardín exterior, crucé un pasadizo algo extenso con techo en forma de arco. En mi trayecto la voz del que sonaba como el dueño de la casa, que me esperaba al otro lado del pasadizo exclamó:

-María Luz, dale un refresco al señor.

¿A quien se refería el dueño?

En mi camino a dirigirme al dueño de la casa, a mi derecha, se hallaba una niña, de unos 6 o 7 años, vestía un jumper azul con una blusa blanca. Supuse que era la hija pequeña del señor de la casa. Cuando giré mi cabaza para verla mejor me dije …

-¡Es ella! ¡Es Mabel!

Y me desperté.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario