viernes, 25 de febrero de 2022

¡Guíame Mabel! - XLII


Era los días más terrible de la pandemia por el covid 19. Era tremendamente dramático y horroroso ver las decenas de personas dentro de bolsas plásticas negras que desbordaban las mesas de las morgues de los hospitales y descansaban en el piso y corredores de las instalaciones sanitarias. Esos cuerpos que fueron familiares y amigos esperaban callada y serenamente a que los trasladaran a camiones frigoríficos colocados unos encimas de otros como bultos o cosas descartables.

Era junio del 2020 y frente a esa hecatombe no había nada que te curara ni que te protegiera, solo una pequeña mascarilla de tela y lavarte las manos que no garantizaba que no te contagiaras. Los jóvenes tenían más oportunidad de vencer la infección, pero los mayores de 60 eran los que sucumbían más rápido. El mejor consejo que daban las autoridades de salud es que no salgas a la calle y sal si es absolutamente necesario.

Claro que había que salir para comprar lo indispensable para subsistir y allí radicaba el riesgo. Muchos contagios y por ende muertes ocurrieron en los mercados. Lentamente me enteraba de amigos que se habían contagiado y muerto por el covid. Después los fallecidos eran personas más cercanas como primos que vivían lejos. Luego los muertos eran gente de mi barrio. El miedo a salir era real pues no sabías si al regresar a tu casa te habías contagiado, solo el paso de los días y no tener síntomas te daban la confianza que estabas bien. Pero Gloria era una persona de riesgo, sufría de presión alta y de diabetes. Entonces decidí que tenía que salir solo yo a hacer las compras.

En esa vorágine de miedo tuve un sueño. Estaba a punto de despertar y una voz que escuché a mi derecha me habló.

-Tú no te vas a contagiar.

No tuve tiempo de voltear para ver quién era, pero reconocí su voz. Era Mabel.

Hoy con dos vacunas y el refuerzo aun salgo con la confianza que me dio su voz … pues le creí.


 

martes, 22 de febrero de 2022

¡Guíame Mabel! - XLI


-Silverio no quiso que tú salieras con los chicos – Me dijo Gloria, tu hermana mayor, mi esposa.

-Pero Mabel sí, por eso los pude llevar de paseo.

(Tuvimos el paseo con los chicos después que tú te fuiste y con gran poder lo hiciste posible y te agradezco profundamente por eso. Tu esposo no quería que tuviera comunicación alguna con tus hijos. En parte lo comprendo, pero yo quería estar con ellos, porque eran tuyos y además porque me caían bien.)

Antes de su partida yo le había pedido a Mabel pasear a los chicos. Ella no dijo nada, solo me escuchó. Yo sabía que era difícil porque sabía que Silverio rechazaba esa idea y ella no podía oponérsele. Después que Mabel murió, orándole le pedí que cumpliera con mi pedido.

      -¿Te dije acaso que ella me trajo a los chicos? – le pregunté a Gloria si lo sabía.

      -No.

 

Casi a tres meses de su partida tuve un sueño. Era de día y estaba en la casa de Rosario, la otra hermana de Mabel. Alguien tocó la puerta falsa de la casa. Abrí y me topé con un rostro de mujer que me sonrió. Inconcebiblemente su rostro era de color negro, como si se hubiera echado pintura a la cara para aparecer como negra, no siéndolo. Sin permiso entra apresuradamente. ¿Acaso no sabía yo que era Mabel?, como si no recordara que a ella la llamaban “Negrita”. Bueno, le siguieron unos niños. Seguí a la mujer al segundo piso y los chicos tras de mí.  Corrí por el pasadizo oscuro que terminaba en un cuarto al fondo y la mujer …había desaparecido. Allí le pregunté a Gloria si la había visto y lo negó. Imposible, me dije. Ahí desperté.

EL día señalado llegó. Fue sábado, un día en el que yo tenía una diligencia difícil de postergar, por lo cual yo no iba a estar, pero estuve, para que cumpliera el sueño.

Abrí la puerta falsa y no la principal como se estila cuando se tiene visitas. Entraron los chicos, pero no vi a ninguna mujer. Los chicos saludaron y subieron al segundo piso. Recurrimos el pasadizo que es oscuro porque está hecho de fierro pintado de negro y el corredor se veía oscuro como en mi sueño. Entramos al cuarto del fondo, que era mi dormitorio y los chicos jugaban mientras yo me preguntaba si estabas allí con ellos.

No te vi, no sentí que estabas allí, seguro estuviste, como en mi sueño, pero no poseía el poder extrasensorial para “verte”. Algún día te sentiré, cuando ya esté muerto.

lunes, 21 de febrero de 2022

Te quiero porque te quiero LOS PASOS


"Los Pasos” fue una de las bandas más subestimadas de las surgidas en los años 60, aparecieron en un momento que en España el mundo de la música estaba dominado por solistas y chicas ye-ye y los conjuntos como Los Bravos, Los Ángeles y Los Brincos que ya se habían establecidos y marcaban la época de oro del pop español.

Entre las características básicas de este grupo madrileño se aprecian aires claramente californianos, armonías vocales propias de la etapa psicodélica de la Costa Oeste, arreglos muy interesantes que enriquecen las piezas, folk-rock de los Byrds con el pulso rítmico de los Turtles, una voz solista con personalidad, empleo intenso de los teclados a lo Rod Argent de los Zombies, pop psicodélico, cortes garajeros de buen nivel, o pinceladas barrocas a lo Left Banke. En medio además de un contexto poco propicio Los Pasos incluso se atrevían a introducir algunos textos de calado social con algún que otro tono irónico.

https://abel63.typepad.com/blog/2008/04/te-quiero-porque-te-quiero-los-pasos.html


jueves, 17 de febrero de 2022

Interpretación de Ojalá de Silvio Rodriguez


Ojalá

Fue compuesta en 1969. En una entrevista, Silvio Rodríguez declaró:

“Ojalá yo la compuse dedicada a una mujer de nombre Emilia Sánchez, que podríamos decir, fue mi primer amor. Fue un amor que tuve cuando estuve en el ejército, haciendo mi servicio militar. La conocí cuando tenía 18 años, fue mi primer amor importante en el sentido de que fue el primer amor que me enseñó cosas. Era una muchacha mucho más evolucionada que yo, mucho más inteligente, más culta. Me enseñó, por ejemplo, a César Vallejo. Después nos tuvimos que separar, estaba estudiando medicina y, en fin, no le cuadró. No sé por qué estudió medicina, cosa loca de ella, en realidad siempre fue de letras. Después estudió letras, se fue a su pueblo Camagüey, a estudiar eso y yo me quedé solo aquí en La Habana, totalmente desolado. Pasaron los años y el recuerdo de aquel amor tan bonito, tan productivo, tan útil (ojo, no confundir con utilitario), enriquecedor, de aporte a uno... pues, estaba obsesionado yo con esa idea. Y porque fue un amor frustrado, tronchado por las circunstancias, por la vida, no fue una cosa que se agotara, pues se me quedó un poco como un fantasma y por eso compuse esta canción en un momento quizás de delirio, de arrebato, de sentimiento un poco desmesurado: ojalá esto, ojalá lo otro...”

 

Interpretación:

“Ojalá que las hojas no te toquen el cuerpo cuando caigan, Para que no las puedas convertir en cristal”

-         Significa que, si las hojas caen en tu cuerpo se cristalizarían, convirtiéndose en algo duro, como eres tú.

“Ojalá que la lluvia deje de ser milagro que baja por tu cuerpo”

-         No puede ser posible que algo como la lluvia pueda recorrerte, porque seria algo tan bello y extraordinario que no quisiera aceptar.

“Ojalá que la luna pueda salir sin ti”

-         Tu presencia detiene el recorrido de la luna que con el sol origina la noción de noche y día, lo cual posibilita la vida. No eres buena para la luna.

“Ojalá que la tierra no te bese los pasos”

-         Que no existas, que tu existencia no se pruebe dejando huellas.

“Ojalá se te acabe la mirada constante, la palara precisa, la sonrisa perfecta, ojalá pase algo que te borre de pronto”.

-         Quisiera que todos tus atributos que veo en ti se esfumaran, desaparecieran

“Una luz cegadora, un disparo de nieve”

-         Sí, quiero terminar tu vida que llevo dentro de mí con algo tan dramático como banal y simple.

“Ojalá por lo menos que me lleve la muerte”

-         Si no es posible borrarte de mí, entonces que sea con mi desaparición total de mi sufrimiento.

“Para no verte tanto, para no verte siempre, en todos los segundos, en todas las visiones”

-         Porque aun te quiero, porque lo saben mis sentimientos

“Ojalá que no pueda tocarte ni en canciones”

-         Te tengo un amor que se vierten en mis creaciones.

“Ojalá que la aurora no de gritos que caigan en mi espalda”

-         Quisiera que la aurora no me llame, que el nacimiento del día no me reclame porque le daré la espalda, no quiero que venga los días, que no pasen, quiero que se detenga la vida.

“Ojalá que tu nombre se le olvide a esa voz”

-         No quiero que esa voz que resuena dentro de mí, voz que desconozco, cese de nombrarte, porque me repite tu nombre.

“Ojalá las paredes no retengan tu ruido de camino cansado”

-         No quiero testigos que graben el sonido de tus pasos, de tu andar por la tierra en donde yo habito.

“Ojalá que el deseo se vaya atrás de ti, a tu viejo gobierno de difuntos y flores”

-         Ya no quiero desear, ya no quiere sentir, ya no quiero amar, quiero que el amor huya de mí, que retorne a ti, cuando solías ser, fría y sin vida.

 

Solía identificarme con Silvio con esta canción, ¿qué sufrido enamorado no la acunó en sus brazos y lloró con ella queriendo que alguna vez se durmiera acaso para siempre?


martes, 15 de febrero de 2022

¡Guíame Mabel! - XL


Recuerdo a un cantante peortorriqueño, llamado José Feliciano. Lo escuché en la década de los sesenta. Solía cantar baladas como “La copa rota”, “La cárcel de sing sing” y “Extraños en la noche”. Pero se hizo mundialmente famoso con su tema “Feliz Navidad”, donde mezclaba español e inglés, lo que fue un rotundo éxito. Luego siguieron otros temas como “Pueblo mío” y “Tú me haces falta”. Después siguió interpretando baladas a las cuales no le preste atención. La verdad es que no me gustaba su estilo, cantaba canciones “para viejos”. Lo que si poseía era un gran carisma. Una vez, en una presentación en la televisión, José Feliciano cuenta que mató a su perro … porque no lo podía ver. Fue risible la broma considerando que Feliciano era ciego. Contó un sin número de chistes y se notaba que lo disfrutaba.

Por eso fue que me extraño que absurdamente me haya despertado con un trozo de una canción de Feliciano que dudo que la haya escuchado antes. Dentro de mi sonó los versos “paso la vida pensando, paso las noches soñando con tu amor” una y otra vez. Y de nuevo, eres tú a quien a quien culpo de poner esos temas en mi mente, porque si no, ¿quién más? ¿quién más puede tener ese poder? Admito que se me viene la idea que pueda ser yo mismo quien lo haga, porque eso es lo que siento, que paso la vida pensando en ti, en tu amor recatado. Talvez tú me haces escuchar lo que yo estoy sintiendo o lo que anhelo siempre pensar, que tú estas sintiendo todo eso y no me puedes olvidar.


 

lunes, 14 de febrero de 2022

Fire And Rain - James Taylor with lyrics


Justo ayer por la mañana

me dijeron que habías fallecido

Suzanne, los planes que hicieron te acabaron

Salí esta mañana

y escribí esta canción

Sólo que no puedo recordar a quién mandársela

He visto fuego y he visto lluvia

He visto días soleados que pensé que nunca terminarían

He pasado por tiempos de soledad cuando no podía encontrar a ningún amigo

Pero siempre pensé que te vería otra vez

 

Por favor mírame, Jesús

Tienes que ayudarme a resistir

Tienes que ayudarme a sobrevivir otro día

Mi cuerpo me duele

Y mi hora ha llegado

Y no podré salir adelante de ninguna otra manera

 

Oh, he visto fuego y he visto lluvia

He visto días soleados que pensé que nunca terminarían

He pasado por tiempos de soledad cuando no podía encontrar a ningún amigo

Pero siempre pensé que te vería otra vez

 

Así que he estado llevando mi mente hacia la tranquilidad

Mi espalda voltea hacia el sol

El Señor sabe cuándo el viento frío sopla

Hará que voltees la cabeza

Pues, hay horas en la línea telefónica

Hablando sobre el porvenir

Dulces sueños y aviones

en pedazos sobre el suelo

 

Oh, he visto fuego y he visto lluvia

He visto días soleados que pensé que nunca terminarían

He pasado por tiempos de soledad cuando no podía encontrar a ningún amigo

Pero siempre pensé que de alguna manera

te vería una vez más otra vez

Pensé que te vería una vez más otra vez

Sólo hay un par de cosas que vienen hacia mí

Esta vez

Pensé que te vería, pensé que te vería

Fuego y lluvia

Pensé que te vería sólo una vez más.


James Taylor Fire and Rain

Los jóvenes nacidos después de los noventa seguramente no conocieron a este magnífico trovador que fue el símbolo de cantante y compositor de esa era.

La canción “Fire and Rain”, “Fuego y lluvia” lo compuso en 1968, en los momentos más triste de su vida, durante una estancia en el hospital y en una clínica de rehabilitación para drogadictos.