jueves, 6 de marzo de 2025
¡Guíame Mabel! - LXXII
Te recuerdo y me recuerdas, pero no nos hemos ido,
nuestras imágenes no se han desvanecido, se han quedado adheridos al follaje
del parque, en las ramas de los árboles del boulevard, en los carteles de las
calles, en el barrio, en las plazas. Aun vibran por el sonido emitido de la
guitarra y los cantos, los juegos y los bailes, ¿no las has visto? No son
fantasmas ni almas en pena. Persisten por la energía intensa con que las
imprimimos. Y si solo superas tu mente y en verdad las anhelas con la misma
emoción con que las creaste, te revivirás en ellas.
domingo, 2 de marzo de 2025
¡Guíame Mabel! - LXXI
Mi existencia tuvo como música de fondo a los Beatles
con “Ella tea ama”. Mi vida era una película muda. La velocidad del tiempo con
que las cosas discurrían dependía de que agradable eran, ellllllll tiemmmmmmmpo
seeeeeee alaaaaarrrgaaaabaaaaa. Pero en general eran monótonas. Miraba las
cosas y ellas me ofendían, tuve que guardarles respeto.
La gente era extraña, incluyo a mis padres y mis hermanos. Los desconocía. Mi hermana menor era una muñeca, … sin vida. Mi hermano menor era un mono saltarín. Mi padre era un fantasma con cuerpo. La única persona real era mi madre, la maga, la presdigitadora. Hacía aparecer y desaparecer cosas, el pan, el almuerzo, la comida, la suciedad, el desorden, el hambre.
viernes, 21 de febrero de 2025
¡Guíame Mabel! - LXX
No sé
porque presentía que ayer te iba ver. Era como si al voltear mi rostro en la dirección
adecuada mis ojos te hallarían.
Caminaba al mediodía por una calle atestada de gente. Súbitamente
me inundó la emoción de
percibir que estabas aquí, que no te habías ido, que todo no fue más que una confusión
del tiempo, que habíamos retomado el tiempo correcto. Y giraba mi cabeza con bruscos
movimientos buscándote. No podía perderme la oportunidad de verte una vez más,
visitando la tierra, el mundo, esta constelación, el universo, esta dimensión.
Sé que este hecho iría en contra
de la ley de la entropía, que rige el tiempo, pero de la materia. Pero tú no
eres materia, además porque yo solo conocía una ley, que el espíritu gobierna
la materia.
Pero no te vi, …no te vi. Estuve cerca, muy cerca tal
vez. ¡Dios mío! muy cerca.
Lo que no sabia es que no te iba ver, no con los ojos,
porque el espíritu no ve, siente y sentir es ver. Y yo te estaba sintiendo a mi
alrededor, y estaba ciego y aunque tenía ojos, jamás te iba ver. Solo
necesitaba aquietar mi alma y adherirme plácidamente a tu presencia.
jueves, 20 de febrero de 2025
domingo, 16 de febrero de 2025
Chullo y La ópera de los pobres
Chullo y La ópera de los pobres
-¿Qué es eso de la sinfonía de los pobres?
-No Chullo, ópera. Es solo un triste comentario de un
crítico extranjero sobre la obra de José María Arguedas por poner huaynos y
canciones quechuas en sus novelas y cuentos.
-¿Tanto te agria la vida, hermanito?
-Me molesta la falta de comprensión, la carencia de
sensibilidad y la desvaloración y desprecio de la cultura popular. ¡Opera de
los pobres! Como si lo valioso debe de venir y sentirse de los poderosos.
-¡Que nos importa que nos digan brutos o analfabetos
si ni nos enteramos, ni nos importa!.
-Es cierto Chullo, nunca nos ha importado. Pero el problema es que luego se usa todos
esos comentarios para menospreciar nuestra cultura. Porque si así habla un
extranjero de nuestra música, tanto peor lo hacen los propios peruanos. ¿Y
sabes cuál es lo peor?
-¿Cuál?
-Que no reconozcan el valor estético de nuestra propia
música. Y no digo solo nuestra música serrana sino hasta la criolla.
-Sí, nuestros huaynos salen de las fibras con las que
están hecho el corazón.
-Fíjate que ayer escuché un vals, no sé cómo se llama
pero si sé que lo cantan “Los Quipus”. Es más o menos así:
Amorcito, tengo una pena
Que me acongoja de tal manera que me lacera.
Amorcito, te quiero tanto
Que de verte, siento la muerte en el corazón.
Pienso durante el día en ti, de noche no se dormir
creo que moriría chiquilla mía, sin tu querer
y sólo con la idea de que me has olvidado
besando tu retrato sobre la almohada me echo a llorar
La letra es bien sentida pero la música empieza con un
original punteo de guitarra que hace literalmente gemir a las cuerdas.
Esencialmente la introducción de Paco Maceda cuenta, narra la pena de amor con
la melodia. Podemos reconocer en sus tonos medios a bajos la exposición de los
sentimientos del amante. Luego en tonos mas altos de la escala melódica refiere un desenlace triste, la exposición de
la tristeza por un deseo no alcanzado. En la repetición de esta tristeza se
eleva la melodía tan alto que simboliza claramente el llanto. Como una yunta y
compadre a la vez, fraternalmente en el dolor, la letra acompaña a la música.
-Yo también la escuchado. Y me parece pero en la
segunda parte suena algo andino, ¿no?
-¡Claro Chullo! La lirica tiene mucho de andino. Para
los andinos, todo tiene vida, todo siente, las plantas, los animales, los
cerros, los ríos. Así también el corazón. Por eso es que la letra dice “que de
no verte, siento la muerte en el corazón”. Es de cierta forma frase musical de
tinte serrano. La música posee un neto matiz norteño aunque con unos rasgos
andinos como en el mismo final de la canción, cuando dicen “amorcitoooo”.
-¿Qué peruano no puede sentirse movido por esa música?
-Dirás ¿qué peruano nacido y criado en los valles
costeños o serranos amamantado con la ubre de nuestra idiosincrasia y creencias
culturales no pueda ser conmovido con la propia parte de su ser?
-¡Imposible! ¡Imposible!
-¿Sabes que me parece irritante?
-¿Qué?
-No tiene nada que ver. Es el sonido del piano. Ya sé
que es considerado el instrumento musical completo pero no me agrada el sonido
que produce. Es un sonido pomposo. Los bajos suenan como pasos que retumban en
las paredes de una iglesia colonial, resuenan pero breve. Ni el “sustain” le
ayuda.
-¿Y los agudos?
-Suena como si martillos golpearan en las mayólicas
del baño. ¿No te parece a ti?
-Bueno, no me gusta mucho tampoco. ¿Y cómo llego a ser
tan importante y representativo?
-Como casi con todo lo que vivimos, viene establecido
así desde antes de que hayamos nacido. Así reina en los conciertos, en las
orquestas, en los arreglos musicales. Cuando alguien me preguntaba que como
sonaba lo que tocaban en el piano, les decía por complacerlos “estupendo”,
excelente”. Pero lo que más me gusta es el sonido de los sicuris. Su sonido
ululante y graves de los tuyus, como el
viento que sopla en la meseta del altiplano o el de las chulis que cantan como
pájaros, me transportan a otro tiempo, a otro espacio donde me siento
milenario, inmortal como las piedras del Sacsayhuaman.
martes, 11 de febrero de 2025
Cerca de las Estrellas - Los Pekeniques
«Cerca de las Estrellas» es la mejor canción de la
fecunda historia de “Los Pekenikes” (1968). Con leves ecos de la psicodelia que
empapaba la música popular de entonces, es uno de los monumentos del pop
español de todos los tiempos. Sonaba fresca, novedosa, misteriosa… nada que
envidiar de cualquier producción internacional de aquella época. Impregnada
toda ella del furor por la naciente carrera espacial de finales de los sesenta.
Cuenta con un continuo cambio de ritmo, con la entrada
constante de nuevos instrumentos, que alternan su protagonismo en la canción,
con una poderosísima sección de metales, un punteo exquisito de la guitarra
solista a cargo del casi recién llegado Tony Obrador (considerado el mejor
guitarrista español de los sesenta), y la novedad de una pequeña parte cantada
por el batería Félix Arribas.
Resumiendo: un pop preciosista y barroco que se
encuentra con la psicodelia, con leves retazos progresivos. Un tema que debería
encabezar cualquier lista de lo mejor del pop español.
https://bibliotecas.unileon.es/partitULE/2018/07/20/los-pekenikes-cerca-de-las-estrellas-50o-aniversario/
Pero antes de ningún ritmo, la canción comienza de forma totalmente mágica, con un hipnótico arpegio de guitarra y solo octavado de Tony Obrador, recién llegado por aquel entonces a la banda para sustituir a Lucas Sáinz, que acababa de ser llamado a filas (ese problema endémico del pop español de los 60 hasta los 80). Y durante el arpegio, a modo de puntuación métrica sonora, una nota que se repite a cada compás, mecánicamente, casi como un pulso electrónico. Félix Arribas nos confirma que es un armónico de guitarra (!) tocado repetidamente… “como el sonido del sónar de un submarino”. Durante años me he preguntado si habría alguna relación con esa otra nota de guitarra repetitiva, la de ‘Contact’ de Serge Gainsbourg para Brigitte Bardot, grabada el mismo año, también de temática espacial y con experimentos sonoros de alguna manera similares, pero parece que fue más bien una típica coincidencia, algo que flotaba en el aire en la época y ambas producciones recogieron. Félix nos confirma que por su parte no hubo ningún tipo de inspiración.
Cuando el solo concluye su melodía, le responde una
sensacional sección de vientos sobre la que Arribas nos da un dato fascinante:
el arreglo no lo hizo Waldo de los Ríos, que no participó en esta canción en
particular, sino el propio grupo, en concreto del recién llegado Tony Obrador,
a quien se le ocurrió esa sensacional respuesta melódica con los metales. Tras
esa intro atmosférica, totalmente fabulosa, entra al fin la voz de Félix
cantando suave, distinto, con un estilo muy inusual para la época, revistiendo
ese “buscaré otro mundo lejos del sol / en las estrellas” de un algo hipnótico
y muy delicado.
Los elementos de rock ácido se suceden: llega el
primer solo con espectacular fuzz, y después de la siguiente parte vocal, un
interesantísimo puente de arpegios y voces confundidos en una bruma lisérgica,
emborronados con un sonido de drone, tan característico de la psicodelia de
influencia india implantada por los Beatles, que a falta de otros medios se
grabó con una armónica.
Los últimos compases de ‘Cercas de las Estrellas’ los
cierra otro increíble solo de guitarra con fuzz, del brillante Tony Obrador, un
elemento solista cuya furia contrasta con las delicadas partes vocales antes
mencionadas. Como anécdota, Félix recuerda cómo se decidió que él la cantase:
“Es cojonudo, porque la canción la llevamos preparada al estudio pero no se
había decidido quién la cantaría. En los ensayos yo la cantaba para mí… porque
yo con mi anterior grupo los Silver’s ya cantaba. El caso es que Trabucchelli
montó una especie de casting para que cada un cantáramos unos pocos versos,
Alfonso, Ignacio, Tony… después de pasar todos dijo ‘me quedo con Félix’”.
El disco se lanzó en 1968 con gran éxito, envuelto en
una bonita portada que muestra una cápsula del Proyecto Gemini, una foto que
para poder ser utilizada, nos comenta Arribas, “Hispavox tuvo que pedir permiso
a la NASA, y todo”.
https://jenesaispop.com/2021/06/22/414745/un-ano-antes-de-space-oddity-los-pekenikes-crearon-su-obra-maestra-psicodelico-espacial/