sábado, 28 de noviembre de 2020

¡Guíame Mabel! -XI

 


                                                                         XI                                                                

Mabel murió repentina, inesperada, absurdamente.

La fui a ver llevándole un ramo de flores unos días antes de que partiera. Estaba en una clínica reponiéndose después de una operación. La clínica quedaba por el barrio chino donde no estaba supuesto que la operaran allí, esa fue la primera de varias cosas que no debieron ocurrir y lo peor es que no me di cuenta que desde ese momento iba a recorrer el trágico sueño que tuve con Mabel.

Caminé hasta una plazuela y en una esquina divisé la entrada del hospital. Pregunté al encargado y me remitió al segundo piso del edificio. Tomé unas escaleras antiguas y no reconocí que ya había pisado esos escalones. Al llegar a su habitación la encontré acompañada de su hermana quien se sorprendió al verme más ignorándole, me dirigí directamente donde Mabel quien estaba sentada al lado de su cama. Estuve ciego, totalmente ciego al no percatarme que esa escena la había vivido ya.

-¡Hola Mabel! – La saludé y le entregué el ramo de flores.

-Hola Marlon.

-Vine a desearte que te recuperes pronto.

-Gracias

-¿Cómo estás?

-Bien, todo ha salido bien. Mañana regreso a mi casa.

-Me alegro

No recuerdo que más le dije, pero estoy seguro de haberle hablado por un tiempo.

Le cogí la mano y le seguía hablando no sé de qué. Me despedí de ella. Mabel me miro un instante a los ojos, luego me miró de pies a cabeza, me sonrió y me dijo adiós.

Fue jueves cuando la visité, el viernes la dieron de alta. El sábado se puso mal, comenzó a retener agua en su vientre. Los médicos dijeron que era normal. El domingo la retención de líquidos era tanto que le impedía dormir y le dificultaba el respirar. El lunes volvió a la clínica y el medico hizo un diagnóstico de lo que estaba pasando, que la tratarían y que en dos días regresaría a su casa. Cuando me enteré de lo que dijo el doctor me sentí aliviado pues impedía que mi sueño se cumpliera. Llamé a su hermana y le conté del sueño y le aseguré que no se iba a cumplir gracias a que los médicos encontraron el problema.

Al día siguiente, el martes, Mabel contó que había soñado con sus padres. Ese sueño me aterrorizó, pero seguí creyendo que todo estaría bien. Pensé que era su desesperación y que en esa situación pide a sus padres que la ayuden, no quise aceptar que la visita de familiares fallecidos indica que vienen a llevársela.

Mabel murió ese día de una embolia.

El jueves era el entierro. Su hermana me llama y me pide que no vaya. Después cambia de opinión.

-No, debes ir, para que se cumpla todo tu sueño.

Fui al cementerio, el camino que recorrí con su esposo en mi sueño era el mismo, un sendero que da una curva, con estatuas de mármol a los costados del camino.

Me sentí culpable por haber fallado en descifrar el sueño. Estuvo frente a mí, en mi mente, por tanto tiempo, la causa por la que Mabel moriría y no lo supe hasta después que se cumplió. Inútilmente recreaba en mi mente la escena del sueño cuando vi a Mabel encerrada dentro de unas paredes de vidrio, absorta, sin saber qué era eso, tan absorto como me quedé yo, con la boca semi-abierta, con los ojos mirando el techo. Los dos desconocíamos lo que iba a pasar, no lo podíamos interpretar, pero esa escena seria el resultado final de como terminaría todo.

Mabel se fue, pero yo me quede con el porqué …porque, ¡porque se fue!

No lo sé, pero ahora entiendo porque no lo pude evitar.

Investigué como lo había hecho hace cuatro años sin resultado alguno, pero ahora si encontré la verdad. El soñar con paredes de cristal significaba la muerte de Mabel. Pero lo más sabio que aprendí fue que hay sueños premonitorios que se pueden evitar, por eso se dan, como una advertencia de hechos que vendrán en el futuro. Mas, hay sueños que están destinados a que sucedan, hagas lo que hagas, y se dan para prepararte para lo irremediable. Por eso entendí que fue inevitable que Mabel se fuera. ¿Por qué se fue? No sé si algún día lo llegare a saber.

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jueves, 12 de noviembre de 2020

Guíame Mabel - X

 


                                                    X

Me turbo aquel sueño. Pretendí no saber el significado, porque era de muerte. ¿muerte de quién? creía no saberlo. Alguien moría, no su esposo pues caminaba conmigo, parecía ser de Mabel, más me resistía a creerlo, era una posibilidad inviable. En ese momento más me intrigaba el haberla vista en su dormitorio encerrada en paredes de vidrio, ¿Qué era eso?

Yo siempre me creía bueno interpretando mis sueños y los de quienes me preguntaban los suyos. No me creía infalible. Es difícil interpretar los sueños porque primero debo de decidir si es un sueño con un significado y no originado por mi mundo consiente o … una indigestión. Cuando tenía un significado premonitorio lo recordaba con cierta nitidez, las imágenes tienen un brillo sutil y causaban finos relieves en mi memoria. Pero tenía que estar alerta porque mis deseos psicológicos a veces me inducían a tomarlos como significativos. Y al revés, tomaba los sueños premonitorios como sueños subjetivos.  Cuando tenía dudas o no conocía el significado de las imágenes del sueño recurría a dos buenos libros de interpretación de sueños. Uno de ellos era de Jack Kerouac editado en 1952 y otro mucho más viejo, de hojas raídas que heredé de una tía, mi tía Berta a quien toda la familia le preguntaba por el significado de los sueños que tenían.

Pasaron cuatro largos años y el enigma de ese sueño invadía intermitentemente mi cabeza sin ningún resultado. Entonces soñé con Mabel otra vez. Estaba caminando por el barrio chino de la ciudad. Mucha gente transitaba aquella mañana. En principio no sabía que cosa hacia allí, después me di cuenta que seguía a Mabel. Andaba con su hermana mayor quien me había advertido que no me acercara a Mabel, cosa que yo prometí no hacer. De todos modos, las alcance y poniendo a un lado a la hermana mayor, me fui andando con Mabel. No oía que le decía. Entonces subimos dos trechos de una escalera envejecida. Al final de la segunda escalera se desvaneció, se esfumó.

Al despertar no me pareció un sueño negativo, al contrario, fue auspicioso. No hablaba con Mabel desde hace cuatro años atrás cuando su hermana se dio cuenta que tenía sentimientos amorosos por Mabel y ya que ella era casada me pidió que no le hablase para no originar conflictos en su matrimonio. Al hablarle a Mabel en sueños indicaba que íbamos a retomar nuestra amistad.

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