lunes, 10 de julio de 2017

With A Little Help Of My Friends Joe Cocker



¿Qué pensarías si yo cantara desafinado?
¿Te levantarías y te alejarías de mí?
Préstame tus oídos y te cantaré una canción
Y trataré de no cantar fuera de tono
Oh, lo conseguiré con una pequeña ayuda de mis amigos
Mm, llego alto con una pequeña ayuda de mis amigos
Mm, lo intentaré con una pequeña ayuda de mis amigos
¿Qué hago cuando mi amor se ha ido?
(¿Te preocupa estar solo?)
¿Cómo me siento al final del día?
(¿Estás triste porque estás solo?)
No, lo conseguiré con una pequeña ayuda de mis amigos
Mm, llego alto con una pequeña ayuda de mis amigos
Mm, lo intentaré con una pequeña ayuda de mis amigos
¿Necesitas a alguien?
Yo necesito alguien a quien amar
Podría ser cualquiera
Yo quiero alguien a quien amar
¿Crees en el amor a primera vista?
Si, estoy seguro que pasa todo el tiempo
¿Qué ves cuando apagas la luz?

No puedo decírtelo pero sé que es mío

Joe Cocker hace la representación de la canción ¨Con una pequeña ayuda de mis amigos¨ en Woodstock en el año 1969, con su camiseta coloreada artesanalmente, dando todo de sí en su interpretación. Verlo cantar emociona tremendamente, con su estilo retorcido, catatónico, que pareciera que se fuera a desintegrar en pedazos, como el androide de la película ¨Alien¨ que despedazado comenzó a sangrar fluido blanco.

Y es admirable que con un estilo anormal se hiciera de un espacio en la música de los jóvenes iconoclastas de los sesenta. Algunos jóvenes de estos tiempos lo ven ridículo y risible porque no entienden de la autenticidad de Joe Cocker, que se alzó a la fama a puro pulmón, desgañitando, gritando e inflando las venas y arterias de su rostro para expresar lo que quería transmitir, transformando una canción casi anodina de Los Beatles en una canción totalmente diferente, con un tema dramático, existencial, de un pedido de amor fraterno a pesar de las limitaciones del individuo. Hoy que los artistas se reproducen por esporas, por fecundación in vitro, en las grandes corporaciones discográficas con ramificaciones mundiales en los medios periodísticos, radiales y televisivos, que fresco y genuino se siente a Joe Cocker.  Si, claro, seguro que estaba con unos centímetros cúbicos de ácido encima, como el medio millón de personas que se congregaron en los campos de Woodstock. ¿Acaso eso desmerita su arte? No, su arte lo transformó en nuestro héroe.

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