Herve Vilard
Hijo de una humilde vendedora de violetas y partituras
de nombre Blanche (originaria de Dordogne) y que trabajaba a las afueras del
Théâtre des Variétés, René Paul Hervé Villard nació en París el 24 de julio de
1946, dentro de un taxi que se dirigía hacia el Hospital Saint Antoine. A raíz
de la denuncia de una vecina, le es retirada la custodia a su madre bajo orden
judicial y es enviado, a la edad de seis años, al orfanato Saint Vincent de
Paul, ubicado en París, donde separado de su familia intentaría escaparse
varias veces.
Conocería así a siete familias que le brindarían
refugio y apoyo —guardó gratas memorias de su primera «madre adoptiva»—; sin
embargo es a la escasa edad de 11 años cuando en 1957 conoce a quien sería su
padre espiritual: el Abad Angrand, cura del condado de Berry (tierra natal de
George Sand). La influencia del Abad en René será decisiva en el futuro del
cantante, dado la esmerada educación que le otorga además del alto sentido
humano y espiritual que logra imbuir en él —Angrand le insiste rezar siempre
por su madre—. A los trece años Hervé logra obtener su certificado de estudios.
Pero a los 14 decide que la música es su futuro —fue un apasionado
radioescucha—. A pesar de ello, el Abad diría:
“Lo quise como nunca quise a algún niño del mundo y lo
vi crecer.Tenía una sonrisa encantadora y no sé por qué siempre venía a mí buscando
quizá consuelo y ánimo”.
Aconsejado por Angrand, Hervé sale a París en busca de
empleo, que consiguió en un bar. Conoció a Daniel Cordier quien también ejerce
influencia en el camino que ha iniciado. Trabajó también como vendedor de
discos. No es sino hacia mediados de los sesenta que conoce personalmente a la
gran cantante Dalida quien lo amadrina y lo lleva de la mano a convertirse en
estrella de la música francesa. Al mismo tiempo adopta el nombre artístico con
que se le conoció.
En 1967 confesó públicamente su homosexualidad,
convirtiéndose en el primer artista francés en hacer pública dicha orientación
sexual.
«Capri c'est fini»
Vagando por el metro de París, Herve se encontró con
un póster publicitario de Capri, que lo inspiró para escribir su canción
inmortal. Rápidamente el tema logró colocarse en las listas de popularidad de
Francia, partiendo posteriormente en gira artística al lado de Salvatore Adamo.
Ya para 1966 la canción rebasó las fronteras del idioma y se convierte en un
hit internacional, junto con el tema «Aline» de su coterráneo el cantante
Christophe. El éxito lo lleva a México y a Río de Janeiro (allí conoce al
gigante francés Maurice Chevalier en 1968). Durante este tiempo aprende y
perfecciona su español, llegando a grabar cerca de 33 LP que lo consagran en el
mundo de la música hispanoparlante.
El reencuentro con su madre
Herve es ya un consagrado cantante transcurridos 20
años. Debido al interés particular de un periodista, Jean Dolí, quien al
conocer su historia, se dio a la tarea de localizar a la madre de Vilard. Todo
el equipo del diario France Dimanche organizó el encuentro, efectuándose
después de una gira por Verdún. Vivió cuatro años con ella, no logrando
establecer un vínculo firme; sin embargo siempre se mantuvo pendiente de ella. Blanche finalmente moriría en 1981.
https://es.wikipedia.org/wiki/Herv%C3%A9_Vilard
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