-Tenía
que serte sincera Mariana. Me sentía mal el estar engañándote.
-Aprecio
tu sinceridad y nada puede cambiar la estima que siento por ti. Pero quisiera
que me ayudes a entender en toda su extensión la problemática que envuelve tu relación
conyugal. Tú dices que lograste cambiar sustancialmente todo para mejor y que
volvieron a llevarse muy bien.
-Es
verdad. Tu ayuda sirvió para restablecer la armonía en mi matrimonio pero algo
en mí se había fracturado y ya no puedo pegarlo.
-¿Qué
fue?
-Cosas
tangenciales que no se referían directamente a mí sino a mi familia. Mi esposo
nunca ha tenido un buen concepto de mis hermanos y no pierde la oportunidad de
criticarlos negativamente. Es cierto que ellos comenten errores constantemente
y no han obrado en la vida como se esperaba. Y es verdad, por errores de ellos
mismos. Pero mi esposo es muy duro juzgándolos a ellos y a sus familias. Poco
puedo hacer para defenderlos pues mi esposo no pierde la oportunidad de hacérmelos
saber. No los considera, por ello no alienta que vaya yo y mis hijos a
visitarlos. Por ello vivo distantes de mi familia, tengo que hacer malabares
para ir a sus cumpleaños o a cualquier reunión que tengan.
-¿Hay
algo más que te mortifica?
-De
hecho, su trato ha cambiado y respeta mis opiniones. Pero no deja de criticarme
por algún inesperado error que cometo. Por ejemplo si olvido de pagar una
cuenta me lo hace ver o si deje la luz de la cocina encendida y se quedó toda
la noche también. Sé que es mi culpa pero me agobia que me lo recuerde.
-Tal
parece que has desarrollado una suerte de resentimiento hacia tu esposo por
como es él, por su forma de ser, por su carácter que no
conjuga con el tuyo.
- He
tratado de racionalizar nuestras diferencias y entenderlas y aceptarlas pero eso
me causa una constante angustia e inseguridad.
-¿Has
vuelto a tener vida íntima con tu esposo?
-Si. Pero
no ha llegado a recuperar el sentimiento fuerte que le tenía. Nuestra relación se
ha quedado en la superficie. Mis sentimientos se han agriado. Le tengo cariño
pero la verdad es que ya no siento amor por él.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario