miércoles, 18 de enero de 2017

Cecilia XVII


-Tenía que serte sincera Mariana. Me sentía mal el estar engañándote.
-Aprecio tu sinceridad y nada puede cambiar la estima que siento por ti. Pero quisiera que me ayudes a entender en toda su extensión la problemática que envuelve tu relación conyugal. Tú dices que lograste cambiar sustancialmente todo para mejor y que volvieron a llevarse muy bien.
-Es verdad. Tu ayuda sirvió para restablecer la armonía en mi matrimonio pero algo en mí se había fracturado y ya no puedo pegarlo.
-¿Qué fue?
-Cosas tangenciales que no se referían directamente a mí sino a mi familia. Mi esposo nunca ha tenido un buen concepto de mis hermanos y no pierde la oportunidad de criticarlos negativamente. Es cierto que ellos comenten errores constantemente y no han obrado en la vida como se esperaba. Y es verdad, por errores de ellos mismos. Pero mi esposo es muy duro juzgándolos a ellos y a sus familias. Poco puedo hacer para defenderlos pues mi esposo no pierde la oportunidad de hacérmelos saber. No los considera, por ello no alienta que vaya yo y mis hijos a visitarlos. Por ello vivo distantes de mi familia, tengo que hacer malabares para ir a sus cumpleaños o a cualquier reunión que tengan.
-¿Hay algo más que te mortifica?
-De hecho, su trato ha cambiado y respeta mis opiniones. Pero no deja de criticarme por algún inesperado error que cometo. Por ejemplo si olvido de pagar una cuenta me lo hace ver o si deje la luz de la cocina encendida y se quedó toda la noche también. Sé que es mi culpa pero me agobia que me lo recuerde.
-Tal parece que has desarrollado una suerte de resentimiento hacia tu esposo por como es él, por su forma de ser, por su carácter que no conjuga con el tuyo.
- He tratado de racionalizar nuestras diferencias y entenderlas y aceptarlas pero eso me causa una constante angustia e inseguridad.
-¿Has vuelto a tener vida íntima con tu esposo?

-Si. Pero no ha llegado a recuperar el sentimiento fuerte que le tenía. Nuestra relación se ha quedado en la superficie. Mis sentimientos se han agriado. Le tengo cariño pero la verdad es que ya no siento amor por él.

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