jueves, 21 de octubre de 2021

¡Guíame Mabel! - XXXIV


Estaba mortificado. Había pasado meses y no te comunicabas conmigo. Parecía que me habías olvidado, es duro sentirse abandonado por ti. La vida había sido difícil, pero saber que estabas allí era reconfortante. Pero te desvaneciste y ahora es amargo los tiempos. Mas tu amor me guio y hoy soy una flecha con un claro objetivo.

Pero te extraño, ¿Por qué no apareces?

Entonces tuve un sueño. Soñé que estaba en un barrio que no conocía, pero donde vivía. Tenía un departamento en un segundo piso que poseía un amplio balcón hacia la calle. Era de día y alumbraba el sol. Tú vivías en el primer piso con un hombre. De repente saliste de tu casa entre la voz de protesta de tu pareja y tomaste el elevador hacia mi casa. Entraste al elevador con tu menuda figura y completamente desnuda. Al llegar a mi casa me tomaste de la mano y me llevaste al balcón. Yo te sonreía, un poco extrañado. Pude ver gente en la calle que alzaba la vista al notar tu desnudez. Entonces dando la espalda a la calle y sonriendo mientras me hacias el amor dijiste:

-¡Quiero que todos lo sepan!

Al instante me desperté y supe lo que quisiste decir.            

                               *****************************

 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario