miércoles, 30 de noviembre de 2022

CHARLES AZNAVOUR LA MAMMA (ESPAÑOL)


Letra traducida del francés.

 

Han llegado; todos se dirigieron aquí, en el momento en que escucharon ese llamado:

se va a morir, la mamá.

Han llegado; todos se dirigieron aquí, aun los del sur de Italia,

incluso Giorgio, la oveja negra de la familia, con las manos llenas de regalos.

Todos los niños juegan en silencio en las baldosas alrededor de la cama,

pero sus juegos no importan; este es un último regalo a la mamá.

 

La cubrimos con besos, le acomodan las almohadas,

se va a morir, la mamá.

Santa María llena eres de gracia, cuya estatua está en la sala,

seguro que le tiendes los brazos mientras cantas el Ave María.

Ave María.

Hay tantos amores, tantos recuerdos, a tu alrededor, tú, mamá.

Hay tantas lágrimas y sonrisas a través de ti, tú, mamá.

 

Y todos los hombres se acaloraron en los caminos bañados por el sol,

se va a morir, la mamá.

Beben el vino nuevo enfriado, el buen vino de la buena vid,

mientras sus bufandas y gorros se amontonan desordenadamente en los bancos.

Parece extraño no sentir tristeza, junto al lecho de muerte.

Incluso hay un tío tocando la guitarra como una forma de mostrar respeto.

a la mamá.

 

Y las mujeres recuerdan las canciones tristes de la noche,

se va a morir, la mamá.

Muy suavemente con los ojos cerrados, cantan como meciendo a un bebé

después de un buen día, para que sonría mientras se va a dormir.

 

Ave María.

Hay tantos amores, tantos recuerdos a tu alrededor, tú, mamá.

Hay tantas lágrimas y sonrisas a través de ti—tú, mamá—

que nunca, nunca, nunca

¿Nos dejarás?


jueves, 17 de noviembre de 2022

Chullo, el critico musical


 Chullo, el crítico musical. 

-¡No así no es! –Nos amonestaba Chullo.

Tratábamos de tocar la melodía del huayno “Gorrioncito” con la mandolina y el acordeón:                     

 “Gorrioncito canta pero no llores, que el amor es la fuerza más sublime”

Y cada vez que tocábamos la parte “no llores”, Chullo hacia una mueca de desaprobación. Nos parecía que estaba bien, pero Chullo tenía razón, no era igual. Algo se perdía. ¿Sería la ligadura? Pero la hacíamos, ¿será en la sincopa? La hacíamos. No, nos faltaba una nota, nos faltaba una fracción de tiempo, ¿1/16?, ¿1/32? La voz de Nina no la podía hacer, la quena de Chullo si la podía hacer. Y Chullo se daba cuenta. Le decíamos que tenía oído de tísico

-¡Chullo! ¡Tú tienes oído de ciervo!

-De chiquito oía mejor. Allá en mi tierra, oía a los pájaros cantar y los podía imitar. Yo podía distinguir las aves, de una especie de otra, ¡hasta su sexo!

-¡No te pases Chullo! ¡Como que fueras un radar! – le increpó Héctor, el director del grupo.

-¡Es verdad!

-Pero ¿cómo lo haces?

-Debe ser porque como no hay nada que escuchar en su tierra, se ponen a escuchar la naturaleza – dijo Chara.

-Es fácil. Tienes que escuchar con la mente.

-No seas loco Chullo, que la mente no tiene orejas – Le criticó Nina.

-Como te explico, mira. Escuchas los sonidos y los grabas en tu mente. Allí tú los conoces de diferente, de otros. Así que, si escuchas otra vez el sonido, sabes que pájaro es. Y si quieres cantar como los pájaros, lo escuchas otra vez en tu mente y lo cantas. No te va salir a la primera ¿no? De allí puedes imitar el sonido de cualquier animal.

-Aquí en la ciudad es imposible Chullo.

-Solo escuchas … carros, el televisor prendido de la vecina, el vendedor que está gritando afuera, alguien está chancando algo a lo lejos y el primus de mi comadre Elisa que hierve agua para el té.

-Es el ruido que hace la ciudad que no deja escuchar la naturaleza, la vida.

-Ni a los muertos.

-Como que ni a los muertos Chullo. No me digas que oyes conversar y cuchichear a los difuntos- le replicó Nina.

-Los espíritus. Estamos rodeados de espíritus por todas partes y a ellos les gusta la música. Con la música te puedes comunicar con las divinidades andinas, con los espíritus que se van. Allá nosotros curamos a los enfermos con la música. Y si falta lluvia, cantamos y tocamos canciones para hacerla venir, para la cosecha y para la muerte.

-¿Y tú te has comunicado con espíritus? - Preguntó Nina.

-Un montón y a cada rato. Una noche mi tío Anselmo me llevo a una huaca. Allí había una corriente de agua. Me dijo, siéntate, quédate quieto y escucha el agua. Me quede escuchando largo, inmóvil. De repente el sonido del agua se convirtió en música, con instrumentos, melodías. Pero es el huamaní quien te da esa música y tienes que ser valiente porque si no, te mueres.

-¿Porque se puede morir? ¿Qué pasa? ¿Te lleva el espíritu?

-¡Es que puedes reventar por dentro, de puro susto! ¡Te vas en sangre!

-¡Me das miedo Chullo! –Dijo Nina, contrita.

-¡No es juego! La música viene de los huamanies, de lo sobrenatural y tienes que aprender a usarla para comunicarte con ellos. Tú puedes hacer volver a los dioses, cuando tocas, por eso es sagrado y peligroso.

-¡Parece cosa del demonio!-Sugirió Nina

-Eso mismo pensaron los españoles –comentó Chara.

-¿Tú te has comunicado con algún espíritu Chullo?

-¡Muchas veces! Cuando cae enfermo un familiar o un amigo tienes que comunicarte con ellos para curarlos. Tienes que cantar y usar la música para establecer el contacto. Así, con el canto pides ayuda a los espíritus, a las almas de los muertos y a los poderes sobrenaturales para curar las dolencias. Tu entras allí, a ese mundo y la música te sirve para entrar y para salir y encontrar el camino de regreso cuando hay peligro de no poder regresar del mundo mágico.

-¿Eso no hacen también cuando levantan una mesa? Los chamanes cantan cantos extraños. – Dijo Nina.

-En una mesa en Piura, en Huancabamba, el maestro Juan, nos cantaba, como un rezo, pero después de haber tomado San Pedro – bromeó Chara.

-Si, te ayudas con sonajas, un tambor o silbas también, pero no tienes que tomar San Pedro. Si eres capaz, puedes entrar al mundo mágico solo con la música. Cuando entras, tú vas sabiendo que plantas debe de tomar el enfermo y que cantos debes de usar para botar a los malos espíritus que se han entrado en el enfermo.

-Chullo ¿tú has entrado allí? – pregunta asustada Nina.

-Si, al mundo mágico.

-¿Cómo es?

-Es como el espacio, pero no hay espacio. Hay oscuridad y luces brillantes, pequeñas unas, otras más grandes. No hay tiempo tampoco. No tienes cuerpo tampoco, no te ves. Las cosas te vienen por la mente.

-¿Cómo curas al enfermo?

-Los espíritus me dicen, me lo van diciendo, la cura y las plantas que debe de tomar el enfermo.

-¡Que mieeeeedoo Chullo!

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lunes, 14 de noviembre de 2022

Victor Heredia - Todavia cantamos - Letra


“Todavía cantamos” es una canción compuesta por Víctor Heredia en 1982 en homenaje a las “Abuelas de la Plaza de Mayo”

El 24 de marzo de 1976 las Fuerzas Armadas se adueñaron del poder en la Argentina por medio de un golpe de estado. El régimen militar, que se autodenominó “Proceso de Reorganización Nacional”, desapareció a 30.000 personas de todas las edades y condiciones sociales. Centenares de bebés fueron secuestrados con sus padres o nacieron durante el cautiverio de sus madres embarazadas.

En la ESMA, Campo de Mayo, Pozo de Banfield y otros centros de detención de la dictadura, funcionaron verdaderas maternidades clandestinas, incluso con listas de matrimonios en “espera” de un nacimiento, y unos 500 hijos de desaparecidos fueron apropiados como “botín de guerra” por las fuerzas de represión. Algunos niños fueron entregados directamente a familias de militares, otros abandonados en institutos como NN, otros vendidos. En todos los casos les anularon su identidad y los privaron de vivir con sus legítimas familias, de sus derechos y de su libertad. Nada ni nadie detuvo a las Abuelas de Plaza de Mayo para buscar a los hijos de sus hijos. Tareas detectivescas se alternaban con diarias visitas a los juzgados de menores, orfanatos, oficinas públicas, a la vez que investigaban las adopciones de la época. También recibían las informaciones que la sociedad les hacía llegar sobre sus posibles nietos.                 Las Abuelas siguen buscando a sus nietos, hoy adultos, pero también a sus bisnietos que, como sus padres, ven violado su derecho a la identidad, y con esta finalidad trabajan los equipos técnicos de la institución, además de crear las condiciones para que nunca más se repita tan terrible violación de los derechos de los niños y exigir castigo a todos los responsables de estos gravísimos delitos.

El cantautor argentino Víctor Heredia recordó que "Todavía cantamos", una de sus canciones más emblemáticas, representa esa lucha y también la esperanza que muchos familiares de desaparecidos, como el caso de las Madres de Plaza de Mayo, tenían en aquellos años:                                                      "Mi madre, al igual que muchísimas madres argentinas, buscó denodadamente a su hija, mi hermana María Cristina, secuestrada, embarazada de cinco meses y desaparecida junto a su marido Claudio Nicolás Grande, desde junio de 1976. Esa canción representa esa lucha y también la esperanza que muchos familiares de desaparecidos teníamos en aquella instancia".                                                                Y actualizó: "Hoy sabemos que desde la memoria, la verdad y la justicia, podemos seguir intentando encontrar algún rastro que nos lleve, por lo menos, al lugar donde están enterrados sus huesos".

“No hay más dolor por la pérdida de un ser querido que el no poder enterrar sus restos”.