jueves, 27 de julio de 2017

Sounds of Silence - Simon and Garfunkle Subtítulos Subtitulado Español



La canción The sound of silence llama la atención inmediatamente cuando se escucha la introducción simple de unas notas de guitarra, un tremolo, agradable de oír. Esa es la característica de la música de esta canción, fácil y amena de escuchar. Esa era justamente la intención que Simon y Garfunkler, los autores tenían en mente, que una canción debía de compaginar la letra de la canción con una música que captara el gusto del oyente pues si no es así, no le pondría interés a la letra.

La letra de la canción se expresa de una forma poética pero también filosófica. Y esto aparece desde el título mismo, el sonido del silencio. De hecho su nombre resume el mensaje. Y en la canción el sonido del silencio significa la falta de comunicación. Este tema principal se va exponiendo con el empleo de la luz y la oscuridad que se contrastan a través de los versos de la canción, por eso el autor saluda a la oscuridad desde el inicio de la canción y en la última estrofa aparece la luz de neón. Hay personas, más de diez mil, hablan pero no conversan, oyen pero no escuchan. Lo que significa que no se comunican o que hablan cosas que no transmiten sustancia sino lo superficial. Por ende hay incomprensión y reina la ignorancia entre la gente que adoran un dios luminoso, de neón, que podría representar al televisor y actualmente las tabletas, computadoras y teléfonos inteligentes. Al final, en el paroxismo de la irreal comunicación el silencio se adueña de las mentes de la gente.

lunes, 17 de julio de 2017

ENANITOS VERDES | Aún Sigo Cantando (con letra)



El tema Aún sigo cantando es una canción grabada por Los Enanitos Verdes que hizo popular en los ochenta y paso a convertirse en un "clásico" del rock argentino. El nombre del grupo deviene de una foto que se tomaron en una localidad en Argentina y que sorprendentemente aparecieron, sin ninguna explicación racional, unos enanitos verdes. De allí tomaron su nombre.

Es una canción nostálgica que nos regresa a un pasado que vivimos tal vez sin reflexión, impulsados por la vorágine de nuestra edad y que solo al transcurrir de los años se comprende totalmente lo que se vivió, con los ideales, los sueños y las ilusiones con que transitamos nuestra juventud. Cierto que somos mayores pero que aún conservamos nuestra esencia y la rememoramos cuando escuchamos los temas himnos de nuestra generación, cuando nos topamos con los camaradas y cómplices y nos damos cuenta que seguimos siendo los mismos.


Asi que...


viernes, 14 de julio de 2017

Cambalache


"Cambalache" es un tango compuesto en 1934 por Enrique Santos Discépolo y que representa una crítica a la corrupción que domino el siglo XX. Muchos gobiernos argentinos prohibieron su difusión hasta que Domingo Perón levanto su veto.
Mas esta canción podría representar fácilmente la corrupción que como una avalancha inunda este siglo XXI y todas las centurias anteriores desde que el poder se asentó en los hombros de la humanidad.
Antes de la constitución de los estados modernos, se podría decir que no había corrupción porque era parte consustancial de esos gobiernos, llámense monárquicos, imperial, etc. Después de la dación de la Carta Magna y del triunfo de la Revolución Francesa la corrupción debería haber sido una práctica desterrada de cualquier gobierno. Pero no fue asi, ha continuado y se ha expandido más allá de las esferas de los gobiernos y abarca todos los sectores donde el dinero o el poder se asienta. Poder es sinónimo de dinero porque van de la mano para lograr algo simple, la acumulación de riqueza. Y es así porque la satisfacción de las necesidades no tiene límite y con la riqueza o el poder la acumulación es formalmente infinita. Sabemos cuántos millones tiene Bill Gates, 86 mil millones, y Warren Buffet 76 mil millones de dólares. Con esas sumas nunca, ninguno de sus descendientes tendría que trabajar pero siguen acumulando más dinero.
¿Porque es así? Desde que todas actividades humanas son regidas por el factor económico, el alcanzar y copar la cúspide de la riqueza es el fin primario y en muchos casos obsesivo de no muy poca gente, de una manera legal, ética, moral o ilegal, inmoral e injusta.


viernes, 7 de julio de 2017

Fiebre de sábado por la noche


Hay experiencias que los chicos nacidos después de los setenta no podrán comprender aunque nacieran otra vez, son las fiestas de nuestra generación, donde pocos hombres querían ser mujeres y la mayoría de las mujeres querían seguir siendo mujeres, donde el varón era el cazador y no el cazado, cuando tu pagabas cuando invitabas a salir aunque rompas tu chancho para ello, cuando te ¨declarabas¨ para ser  enamorado y esperar el ¨voy a pensarlo¨ por la respuesta, cuando la presencia era también importante pero no tanto, porque estar limpio, vestir a la moda y un buen perfume era lo necesario, el ser feo era un accidente que las chicas comentaban con ¨es un poco feíto¨. En ese contexto las fiestas era lo más trascendental porque en ellas tú realmente ¨eras¨.
Cada sábado de nuestra vida juvenil tenía su fiesta, en la cual teníamos que estar porque era nuestro hábitat natural. Algunos sábados eran como huevos de doble yema, tenían dos fiestas y sábados de tres fiestas  era monstruosos de tres cabezas. Clásicamente las fiestas empezaban alrededor de las 8 o 9 de la noche y terminaban una o dos de la mañana. Algunas terminaban a las tres o cuatro. Si acababan después de las cuatro se decían nos quedamos hasta las cinco para indicar que estuvo buena. Si se prolongaba más allá de las cinco se decía ¨nos quedamos de amanecida¨ diciendo con eso que la fiesta estuvo recontra buena.
Por ello era imperativo tener al menos una fiesta para el sábado porque si no, eras un ¨quedado¨, un ¨lorna¨. Una fuente que proveía de fiestas eran las chicas y más que todo, las más populares. De allí la frase de la canción ¨Avenida Larco¨ de Frágil, ¨Ellas marcan los tonos¨.
No, no podíamos quedarnos sin ¨tono¨ y ser un monce, que no tienes amigos, amigas, chicas-chéveres que te pasen el dato de una fiesta para el sábado y que no te hayan invitado. Entonces te ves en el aprieto de buscar y encontrar a última hora una fiesta pero no hay una. No puedes carecer de un tono y tener que pasar la noche del sábado en casa viendo tv con tus viejos o tus hermanitos menores. Así que buscas a tu alrededor algo, que parezca una celebración, un evento, para que puedas decir mañana domingo a los amigos, que te divertiste como loco. Y das vuelta alrededor de un barrio distante para encontrar y entrar sin ser invitado ni ser reconocido por nadie, a una fiesta de un vecino, de un tío de algún familiar lejano, cercano, de sangre o putativo, da igual, porque la historia que contarás de tu fiesta de sábado por la noche la adornarás tanto y tan exageradamente que será envidiable y real.






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