El
asesinato ha sido a través de la historia un medio de eliminar un enemigo o una
amenaza de carácter político y/o económico. Esto era muy común en el Imperio Romano.
Esta práctica se ha trasladado a los tiempos modernos donde los estados de las
naciones modernas, sus organismos de control de la población y sus
instituciones policiales y políticas eliminan físicamente peligros para lo que
consideran su seguridad o en última instancia sus intereses. Se habla de que
John Kennedy, Martin Luther King y Robert Kennedy fueron asesinados por estos
motivos. Últimamente parece que ya no se necesita eliminar violentamente a esas
amenazas, el suicidio o mejor dicho el aparente suicidio es la forma como estas
personas peligrosas dejan este mundo. Estos “suicidios” se han facilitados por
el avance de la quimica y el uso de material radiactivo que no deja rastros en
el cuerpo del occiso.
Un
caso de suicidio envolvió una actividad escandalosa en la sociedad
estadounidense: la prostitución.
Deborah
Palfrey dueña de una empresa de acompañantes había sido acusada y juzgada por
delito de montar una red de prostitución en las altas esferas de Washington DC.
Deborah tenía una lista de prominentes líderes políticos, judiciales y
policiales. Por ejemplo, el señor Tobías
había sido nombrado por el presidente Bush para combatir la prostitución a
nivel mundial pero tuvo que renunciar luego de descubrirse que era un cliente
asiduo de la compañía de acompañantes de Deborah Palfrey. Deborah amenazó con
hacer pública la lista completa de sus miembros sino era absuelta de esos
cargos. Deborah fue sentenciada a prisión y dos días antes de atestiguar sobre
esa lista de clientes es encontrada muerta colgando de una viga en la casa de
su madre en Florida. Dos meses antes había declarado en un reportaje radial que
no se suicidaría y días antes reveló al dueño del condominio donde vivía que
era seguida por camionetas y que tenía miedo por un contrato que habían hecho
para acabar con su vida.
Las
autoridades dictaminaron que Deborah Palfrey se había suicidado y se adueñaron
de los documentos comprometedores. Su abogado declaro recientemente que la
lista de Deborah podía influir en las elecciones presidenciales de este año
pero estos documentos están sellados por ley y la corte suprema ha prohibido su divulgación.
Como
corolario hay que decir que personas aparentemente inofensivas como los
estudiosos de los OVNIs están cometiendo suicidios últimamente.
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