miércoles, 15 de noviembre de 2023

¡Guíame Mabel! - LXII

Parecía un sueño irreal, quizás un sueño dentro de otro sueño o talvez un alma que atraviesa dimensiones en un chistar. 

Me encontraba confundido y preocupado en mi mundo que me fui a dormir. En mi sueño deambulada compungido por las calles de una ciudad desconocida. De pronto me hallé dentro de una casa, andando por una sala de paredes blancas. Vi pasar a un hombre, me dio la impresión que no me vio porque ni siquiera se inmutó por mi presencia. Desde otra habitación apareces tú. Eso me hizo pensar que estabas en tu casa y casada y que el tipo que vi era tu esposo. Me viste y sin reparos me tomaste de la mano y me arrastraste a tu habitación. Me sentí turbado por tu reacción, pero me dejé llevar. Y es que estaba tan triste y desconsolado. Entonces me cogiste y empezaste a hacerme el amor. Era tan intenso el placer que me disté que me desvanecí. Volví en mi después de, no sé cuánto tiempo, aun me tenías entre tus brazos. Me sentí mejor y salí a la calle, a seguir caminando, pero ahora, con un mejor humor.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario