lunes, 15 de agosto de 2016

Antes y Ahora

Es obvio que la conexión que manteníamos tradicionalmente con nuestro círculo social era más que todo física en contraste con la conexión que se mantiene hoy en día, que es una conexión virtual. Es sorprendente saber que no solo los jóvenes  mantienen esta práctica, los adultos están usando intensamente la tecnología moderna para estar en contacto. Esto no está mal. Lo que esta errado es que el medio tecnológico sea el preponderante.

Lo más serio y grave en esta preferencia por lo tecnológico, por la conexión virtual es que desensibiliza a los niños y jóvenes por el contacto social, por la interacción real con sus semejantes. Los adultos no nos quedamos atrás. Ahora muchos prefieren mandar saludos por Facebook que visitar a un familiar o amigo para darle un abrazo y saludarle por su cumpleaños.

¿Qué tal importante puede significar el contacto físico con su semejante, no solo en una tierna edad sino en el transcurso de la vida? La repuesta lo da el experimento que llevo a cabo Harry Harlow con monos Rhesus en la década de los sesenta. Harlow construyo dos muñecos, uno de alambre y que proveía alimento y otro muñeco de felpa pero que no proveía de alimento. Estos muñecos constituían las madres sustitutas de un monito que a pesar que la “madre de felpa” no le daba comida, la prefería. Esto demostró la importancia de la relación física del monito que necesitaba para sentirse bien y protegido. Los seres humanos necesitamos fundamentalmente ese contacto para vivir sanamente.




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