sábado, 17 de septiembre de 2016

EL EXTRAÑO DEL PELO LARGO. LA JOVEN GUARDIA / AUDIO ORIGINAL / 1969




La canción emblemática de los sesenta y principios de los setenta “El extraño del pelo largo”, compuesta e interpretada por La joven guardia, el grupo de rock argentino que nos es, o no es tan valorado como debería ser. Muchos motivos habrán pero uno sería el más evidente: el desconocimiento. Otro seria la arrogancia, el creer que solo la música de su generación es la buena lo que también es otra ignorancia. La joven guardia era un grupo súper bueno. Solo basta escuchar una sola canción para apreciar la letra, simple, natural pero con mucho significado, la música con melodías extrañas pero bellas y armonías simples y también complejas, si era necesario.
Pero la canción “El extraño del pelo largo” era un himno de nuestra generación que traducía la rebeldía de la época, el descontento con el sistema, con el mundo cínico del adulto. Los jóvenes intuían a donde se les querían arrinconar y que camino se le querían hacer transitar, el de la producción en masa, del consumo irracional de mercaderías, de la aceptación de valores desvalorizados de la patria, del gobierno y del estado con sus símbolos cosificados de la bandera, de la cruz y la familia. ¿Era bueno matar y matarse por un pedazo de tela y de tierra? ¿Y el tener que ser alguien y progresar sabes a quien todo esto siempre llega beneficiar? Solo para que llegues a entender, en esa época si querías entrar a trabajar en alguna empresa tenías que estar casado, que era, según el sistema, signo de ser maduro y responsable. Fíjate que ahora el estar casado ya no significa eso y no te contratan si lo estas. No es porque quieren gente irresponsable sino soltera para poder pagarles menos.
Por eso los jóvenes se dejaban el pelo largo, se usaba los “jeans” y los polos aun para trabajar. Y el rock rompía la pomposidad de la cuadriculada música de los mayores. Los jóvenes pensaban que con la voluntad el mundo se podía cambiar y que haciendo el símbolo de la paz con los dedos las guerras se iban a parar. Se equivocaron, el sistema solo tuvo que esperar al tiempo para vencerlos. El cambio y la revolución es tarea de jóvenes que no reparan en dar vida y sangre por sus sueños. Pasada la primavera y el verano, el otoño y el invierno del sistema los congela y los engulle.
Aun así fue una bella, romántica e inocente época. Su espíritu se haya guardado en el fondo del corazón.





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