jueves, 22 de diciembre de 2016

Cecilia XIV



Lo que empezó con una desesperación por encontrarme con Cecilia devino en afición emocionante.
La primera vez que me encontré con Cecilia en sueños fue de un modo intuitivo. No sabía que podía comunicarme con la persona que quería mediante el sueño. Varia veces me llegué a encontrar con ella pero resultó que fue de casualidad. Por eso no pude hacerlo después y desconocía el porque. Y es que no era en realidad en el sueño en donde me encontraba con Cecilia. Era tomar el mismo camino que conducía al sueño para luego desviarme. Entonces la llamaba al paraje más bello y apacible imaginable. Si la persona convocada te escucha y acepta tu llamado, entonces va hacia ti. Y así me encontré con Cecilia. Entonces supe que no la podía encontrar más. Cecilia no deseaba verme.
            Pero me hice hábil en dirigir y gobernar mis sueños. Podía entrar en los sueños a voluntad. Y estando en medio de un sueño cambiarme a otro, decidir qué hacer, a mi discreción. Dentro del sueño podía volar, tener cualquier habilidad, ser cualquier profesional, un doctor, un policía, un espía, un vagabundo, cualquier persona. Al principio fue muy difícil. Me despertaba en medio del sueño cuando me daba cuenta que estaba soñando. Algunas veces los sueños me angustiaban porque eran desagradables, otros eran muy placenteros, demasiado placenteros. Pero después de mucha práctica y error, poco a poco me hice maestro de mis sueños.
Lo difícil al empezar fue el recordar los sueños. Se me iban de la mente apenas me despertaba. Trataba de apuntarlos cuando me despertaba pero mientras me despabilaba, el sueño se me escapaba. Era frustrante, pero como todo en la vida, la disciplina y constancia me permitió alcanzar mi objetivo.
Aunque Cecilia no quería verme ni en sueños,  yo no me rendía. Pero ¿Dónde encontrarla?
Una noche, en sueños fui a casa de sus padres. Toqué la puerta y salió su hermano.
-¿Dónde está Cecilia? Pregunté.
No quiso responderme.
-¿Dónde está Cecilia? Volví a preguntarle.
Instantáneamente me vi sentado en una mesa con su hermano hablándome de futbol. Salí de mi cuerpo y observé que yo le seguía la conversación pero mi yo voló alrededor de la casa para ver si la encontraba.
Otra noche, en mis sueños volví a buscarla a la casa de sus padres. Pensé que se ocultaba de mí dentro de la casa. No toqué. Miré desde enfrente de la calle. La noche estaba oscura  pero pude distinguir la ventana de su cuarto. Espere pues ella solía atisbar la calle de tanto en tanto. Pero no salió. En el siguiente sueño me atreví a buscarla a su casa, donde vivía con su esposo. Ya no me importaba si eso causaba un problema. Toque repetidas veces y nadie acudía a abrir la puerta, a pesar de que toda la casa, el primer y segundo piso, estaba iluminada, como si fuera una casa fantasma.

Me fui desilusionado, desesperado y frustrado. Y tristemente convencido de que no había nada que podría hacer para encontrar a Cecilia.

sábado, 17 de diciembre de 2016

Cecilia XIII





Salí súbito del sueño, la persecución había sido extremadamente agotadora y me dolían las piernas de tanto correr. Había tratado de no salirme por no parecer débil pero atravesar Londres por el centro, el Palacio de Buckingham, cruzar Westminster Abby entre de multitud de visitantes de todas partes del globo en pleno mes de julio, con el sofocante calor del verano y esto, sin el sol en el firmamento. Si, tenía que salir.
Ya en mi cama, traté de recuperarme rápidamente pero al no poder hacerlo me tomé dos pastillas de vicodin y entré otra vez al sueño. Los tipos que me seguían en el sueño me estaban esperando. Apenas entré me tiraron a matar, entre la gente que pasaba, ¡no estaban jugando! Corrí por la calle WhiteHall que conducía a la Plaza Trafalgar donde se realizaba un mitin de trabajadores. Me escabullí entre ellos y me senté en el frio mármol de los bancos. Quieto allí recordé el paseo que hicimos Cecilia y yo en la Plaza. De repente la Plaza Trafalgar se hizo desoladamente grande. Me sentí triste y ya no quise pensar. Mas en ese momento mi mente se sumergió en un sentimiento puro de felicidad. Sentimiento único e intenso que tuve cuando paseé con Cecilia por aquí. Esa emoción me elevó en el aire, revoloteó mi corazón y me dejo caer. Solo la sentí, infinitamente fuera y dentro de mí.
            Un día en mi cuarto me pregunte como seria soñar con mi niñez, cuando tendría 3 o 4 años. Pues allí me dirigí.
Fui a una casa que reconocí era de mis abuelitos. Quedaba en la calle Washington, en Lima. Era una casa de estilo colonial. Recuerdo el patio donde alrededor se ordenaban los dormitorios. En una habitación encontré a mi mama con su hermana, mi tía Paulina. Estaban probándose unos sombreros y no se preocupaban de mí. Seguramente pensaban que era tan nene que cuenta me iba a dar de las cosas que sucedían a mí alrededor. ¡Craso error! Ellas hacían muecas frente a un espejo de pan de oro. El espejo tenía motivos florales. Lo recordé porque lo vi después, ya muy envejecido. Pero más recordé el color de la pared, un celeste colonial. No me gustaba porque era un color tenue, como si estuviera aguada la pintura para una pared de bloques grandes de barro puestos de cabeza. Pero me di cuenta que no era mi disgusto por el color de la pared. Era lo precario e inestable que sentí cuando vine al mundo.

Seal-Kiss from the rose

miércoles, 14 de diciembre de 2016

Cecilia XII


-Escogí al hombre equivocado como esposo. Debo de reconocer mi error. Era muy joven y quería dejar de ser hija, dejar la tutela de mi padre, dejar la casa familiar para tener mi propia casa, mi propia familia y ser independiente. No tuve experiencia, solo tuve un enamorado quien se convirtió en mi esposo. Pero me engañe, pase a depender de mi esposo. Tengo una familia, dos hijos pero no soy feliz.
-Cecilia, tu experiencia de vida es común entre las mujeres de nuestra generación. Es cierto, queríamos vivir nuestras propias vidas, pero también estábamos condicionadas por las costumbres que la sociedad esperaba de nosotras. No tener muchas relaciones sentimentales era lo mejor, inclusive si llegabas virgen al matrimonio era lo esperado.
¿Cuándo te diste cuenta que algo no estaba bien en tu matrimonio?
-No te puedo decir exactamente cuando. Ocurrió poco a poco. Me di cuenta claramente cuando ya no me hallaba contenta conmigo misma. Es como si a través del tiempo, poco a poco hubiera dejado de ser yo. De repente me di cuenta que me sentía mejor con amigos y familiares, con quienes reía y bromeaba, que junto con mi esposo. Al principio pensé que renunciar a mi forma de ser era un sacrificio que toda persona casada debía de hacer por la armonía del matrimonio. Pero veía que mis amigas no tenían que hacer ese sacrificio y mucho menos lo hacia mi esposo. No me sentía a gusto con mi papel de esposa sacrificada. Pero ya no podía ser yo. Y lo peor, es que se me hacía cada día más difícil representar mi papel frente a los demás. Entonces encontré en el licor una ayuda para estar contenta y mostrarme feliz en mi matrimonio. Lo contradictorio es que yo al principio censuraba a mi esposo que tomara, lo que ahora yo he aceptado como necesario para sentirme bien.
-¿Recuerdas algún detalle preciso?
-Me empezó a incomodar que mi esposo corrigiera algo que decía o que hacía que a él no le parecía adecuado. Yo aceptaba eso pensando que se debía al amor que me tenía lo que le animaba a querer que yo me superara como persona. Pero cuando yo le sugería algo, él no la aceptaba. Así, poco a poco llego a controlar mis actos y mis pensamientos.
-¿Por qué lo dejaste?
Porque pensé que era más inteligente que yo. De alguna manera me lo hacía saber. Cada vez que discutíamos por algo, yo siempre terminaba aceptando que era mi culpa.
-Amiga, siento mucho que no seas feliz. Voy hacer todo lo posible para ayudarte. Primero déjame decirte que tú misma te has percatado cuales son los problemas que atraviesa tu matrimonio. Esa es la parte más difícil y es el comienzo para encontrar la solución. Por eso te felicito y juntas vamos a encontrar el modo de cambiar tu situación para bien.

viernes, 9 de diciembre de 2016

Richard Wagner. Tannhäuser. Coro de peregrinos (fragmento). Subtitulado.



Con alegría te encuentro de nuevo, oh patria mía,
con gozo saludo a los verdes prados;
dejo ya mi báculo de peregrino pues,
humillado ante Dios, he peregrinado.

Estoy en paz con el Señor
a Él se rinde mi corazón
Él me ha bendecido
A Él elevo mi canto

A Él elevo mi canto

La gracia de la salvación has concedido al penitente,
una vez que entre en la bendita paz!
Sin miedo al infierno ni a la muerte,
alabaré a Dios por el resto de mis días

¡Aleluya! ¡Aleluya!
¡Eternamente, eternamente!

El coro de peregrinos pertenece a la ópera Tannhäuser, una de las primeras óperas de Richard Wagner y una de las favoritas del gran público. Se estrenó en Dresde el 19 de octubre de 1845, y la historia narra la época medieval de los Minnesinger alemanes, caballeros-trovadores andantes dotados de la palabra y el canto y que ejercían una poderosa influencia en las cortes europeas.
Cuando Tannhauser salió de la cueva de Venus, uno de los primeros sonidos que oyó fue el canto de un coro de peregrinos yendo hacia Roma para obtener el perdón de sus pecados. Este es el motivo por el que exclama arrepentido: Todopoderoso, te alabo, y te ruego me concedas misericordia. Estoy oprimido por el pecado y su peso es demasiado fuerte para mí. No tengo paz y no encontraré reposo hasta que Tú me hayas perdonado.
Abatido, se siente condenado a vagar sólo por el mundo a causa de su amor por Venus. Es cuando lo encuentran los Minnesinger que tratan de persuadirle de acompañarles al Torneo de Canto celebrado en el castillo de Wartburg. Decide ir para conseguir el amor de Elisabeth, que le convence de que vaya a Roma para alcanzar el perdón, tras confesarle su ignominioso pasado. El perdón le llega al poeta al morir junto al féretro de Elisabeth, por el triunfo del amor santo sobre el amor lascivo.
Desde el punto de vista musical nos encontramos una primera parte en la que la voz cantante la llevan los mismos peregrinos (repartidos entre tenores y bajos, que tendrán mayor importancia), sin apenas acompañamiento mientras Elisabeth mira entre los peregrinos a ver si encuentra a Tannhäuser. Cuando el coro alaba la gracia de la salvación (Der Gnade Heil) cede total protagonismo a los violines I y II mientras los instrumentos de viento, curiosamente, van a dar la pauta a la voz, para darle mayor presencia argumental. Como hecho curioso, hay que indicar que los tenores del coro son los que van a cantar el Aleluya. En sí, esta parte es la que más transmite al espectador.
En definitiva, un bello canto a la esperanza y a la redención a través del amor.

http://loffit.abc.es/the-music/coro-de-peregrinos-richard-wagner-112949/

Todos somos peregrinos, en alguna forma. Somos peregrinos en esta vida, después de un largo viaje deseamos volver a nuestro origen, a nuestra patria, a nuestro hogar, al seno materno, a nuestro descanso final. Queremos volver después de mil y un peripecias en nuestro camino, que nos transformaron para bien o para mal o para ambas cosas. Pero queremos regresar con solo lo bueno,  redimidos y perdonados de todo lo malo que hayamos hecho, sentados serenamente en un borde de la vida, mirando afablemente a los que aún se conducen por los afanes del mundo.


Miguel Bose - Morena mia



“Morena mía”, es una canción absolutamente sensual y provocativa, desde la letra sugestiva “que nadie como tú me sabe hacer… ¡café!”, que es una exaltación al amor libidinoso, donde Eros se enfrenta a Dios; la música acompasada y suave; la coreografía, con chicas con gestos, mirada y movimientos corporales eróticos; los colores cálidos e intensos que es rematado con el estilo que usa Bose, apasionado, fuera de sí, exultante, enfebrecido.

jueves, 1 de diciembre de 2016

Cecilia XI





Las hojas del calendario las sopla el viento y se va llevando los años. Los días pasan por mi vida pero yo no me muevo, me estoy quieto. Veo que el tiempo viene hacia mí y me traspasa,  roza mi cuerpo y lo va degradando poco a poco. Pero mi mente esta quieta. Solo mis sentimientos fluyen. Veo gente que se mueven con los días, sujetas al tiempo. Sus mentes están inquietas y se mueven erráticamente. No me tientan, que de mí se desentiendan. Para que no se ocupen de mi finjo trabajar con mucho ánimo, pretendo sonreír con sus logros y celebro sus afanes.
Tranquilo en mi camino vuelvo la vista atrás para apreciar lo que he andado ya, y adelante para considerar lo que aún me falta andar. Una convicción simple y clara me acompaña en mi jornada. Puedo perder todos mis ideales, pueden derrotar todos mis pensamientos pero no abatirán el saber que magia es la fibra con que estamos hechos. Por eso sonreímos y nos asombran los momentos maravillosos que tenemos. Salimos en esos instantes del marasmo que nos aprisiona, de la rutina de la vida y de lo prosaico de las cosas. Por eso nos gusta soñar pues con ellos nos adentramos al mundo inmaterial y etéreo donde se place nuestra alma. Por eso necesitamos amar porque con el amor cruzamos el umbral de la realidad en cuerpo y alma y ya no necesitamos soñar. Maravíllate de las cosas bellas que tengas tus días pues ella traen la magia a tu vida. Puede ser un amanecer soleado, la lluvia matinal, alguna flor en el jardín, una sonrisa que te fascine, una mirada que te inquiete. Es la única forma de sentirse vivo.
Amar es lo deseado pero también es complicado. Muchos pensamos que el amor es algo automático, que nos pasa y de la cual no tenemos control. Nos damos cuenta que debemos esforzarnos para encontrar el amor en la vida pero el no saber qué cosa es nos lleva a encontrar algo equivocado en cambio. Por eso, muchas veces sustituimos el amor por algo que no es, como seguridad, aceptación, protección, amabilidad o deseo. Algunas veces, la necesidad de amor nos hace crear la fantasía de que somos queridos. Y cosas muy tristes ocurren cuando encontramos algo equivocado envés de amor. ¿Podemos llamar amor cuando somos constantemente ignorados, controlados e insultados por la persona que dice amarnos?
Mi incapacidad de contestar esas preguntas sobre el amor me hizo buscar libros sobre el tema. El primer libro fue encontré fue “El arte de amar” del psicólogo Eric Fromm. Lo leí cuando tenía diecisiete años. El libro me dio una visión muy diferente de la idea común que tiene la gente del amor. Básicamente decía que amar es una arte que requiere esfuerzo y conocimiento; que es un error el creer que el amor se basa en encontrar alguien que lo ame en lugar de amar a alguien; que el amor no es cosa de suerte y que se encuentra al azar. La gente piensa también que no hay nada que aprender del amor, que viene por algo natural. El autor nos dice que el primer amor que experimentamos en nuestra vida es el amor de la madre, del cual nos separan al nacer. Por ende, necesitamos del amor para conectarnos otra vez con otro ser y poder vivir. En el desarrollo del amor sentimos primero el amor infantil, el “amo porque me aman”. Luego pasamos por el amor inmaduro, el “te amo porque te necesito”. Finalmente sentimos el amor maduro, el “te necesito porque te amo”. El amor para Fromm es un compromiso que implica expresar respeto, consideración y cuidado al ser amado.
Una idea más sugerente del amor la que encontré en el libro “El banquete” de Platón quien relata la fantástica concepción antropológica de Aristófanes sobre el amor. Dentro de la mitología griega se creía que no eran dos los sexos, sino tres: femenino, masculino y andrógino. Los seres masculinos tenían forma redonda pero de naturaleza doble: dos caras opuestas, cuatro brazos, cuatro piernas y el sexo lo tenían doble. De manera igual, los seres femeninos lo tenian todo doble. Los seres andróginos también tenían todo doble pero el sexo que tenían era masculino y femenino. Estos seres eran muy fuertes y atentaron contra Zeus quien los castigó dividiéndolos en dos. Los seres humanos ya divididos querían volverse a juntar con su otra mitad pero no podían y sufrían mucho y morían de hambre por esa pena de estar separados. Al ver esto Zeus hizo que los sexos concordaran de tal manera que si las mitades separadas eran masculino y femenino pudieran tener sexo y reproducirse y si las mitades eran del mismo sexo al menos podían contentarse teniendo placer. Desde esos tiempos los seres humanos siguen buscando en la tierra a su complemento.
Cierto que es una idea fantástica pero explica porque nos pasamos la vida buscando nuestra otra mitad y porque nos sentimos convencidos de que hay una sola persona en el mundo que nos haría sentir un ser completo.

domingo, 27 de noviembre de 2016

Tito Nieves - De mi Enamorate Letra

Ricos e Pobres - Me enamoro de ti



“Me enamoro de ti” es la canción más popular de “Ricos y pobres” y la que más gusta a todos, ¿porque? Tiene una rima alterna que agrada: salida-perdida, amarte-partes, manía-mía, etc. Tiene una letra bien expresiva y poética que ayuda a declarar intimistamente el amor. Al principio se revela un amor obsesivo de un hombre (o mujer) poseído, que escucha voces, que sueña y que le urge exteriorizar sus sentimientos obstinados. Pero luego más que poseerla, se evidencia que lo que el enamorado quiere es más que todo el disfrutar su compañía, la sensación del verano, la dulzura, la poesía que le rodea. Aunque alegre e intoxicado de amor, se desespera porque no es correspondido, porque no debe de quererla y hallándose frustrado, en esos estados de ánimo de frenesí y desilusión maldice su suerte. Sí, es puro enamoramiento, cuando el mundo se trastoca y el sol brilla más, cuando se pasa del arrebato a la pena por la añoranza del objeto de su pasión. En este proceso psicológico la inteligencia y la razón huyen por la ventana.

" LAS CEREZAS" - HERMANOS CARRION- HD

jueves, 24 de noviembre de 2016

El peor enemigo de un peruano es otro peruano.


Recuerdo que Augusto Ferrando, un día hizo un comentario en el programa ‘Escalera del triunfo”, antes de la prueba del “Palo encebado”, donde un participante tenía que subir por un palo engrasado para ganar un premio. Ferrando comentó que en los Estados Unidos cuando una persona quiere subir para alcanzar una meta, los demás lo empujan para arriba, para que suba. En cambio, dijo Ferrando, en el Perú al peruano que lucha para subir  todos lo jalan hacia abajo para que fracase.

miércoles, 23 de noviembre de 2016

Chullo III


Chullo III

Cuando niño miraba las seriales de vaqueros en la televisión y me apenaba que los soldados mataran a los indios y me alegraba cada vez que ellos mataban a un soldado. Yo no era blanco, no tenía el pelo rubio ni los ojos azules. Y mi piel tenía el color de indios comanches o los siux. Y mataban bastantes indios en las seriales, cada disparo de rifle era un indio muerto. ¿Cómo iba a simpatizar con esas muertes? Veinte años después Chullo me contaba que sentía lo mismo que yo, cuando veía la tele allá en su pueblo de Chillca.
-Es que tu tienes alma de indio pero corazón de misti. Me describió Chullo.
-El indio es aguerrido, es bravo, colérico y vengativo.
No lo refute, entendí que sabía más de la naturaleza del indio que yo.
Estábamos ensayando algunos huaynos en la casa de Palomino en la Corporación del Agustino. Nos animamos a practicar juntos desde que un día Chullo saco su quena en el Centro Folclórico del Magisterio, Charango desenfundó su charango, Chara su quena, Elisa su mandolina, Nina su voz  y yo mi guitarra. Luego se integraría Palomino, “el director” y Manuelcha.  Nos placía reunirnos casi cada domingo a comer, conversar y tocar juntos.
Al principio era difícil ensamblar un huayno con Chullo. Palomino, quien  había estudiado música clásica y tenía formación académica, determinó que había una fracción de tiempo que Chullo se “comía” y hacia que perdiéramos el “tempo”. Muchas veces tuvimos que repetir una canción para tratar de establecer el ritmo correcto. Pero no podíamos cuadrar el tiempo de la frase. Era como si un suspiro se le escapara a Chullo, una honda respiración que tomaba su curso y alargaba la melodía fuera del tiempo regulado por el metrónomo. Cuando Chullo tocaba entraba en trance y su ojo bizco se volteaba y el ojo bueno orbitaba todo el globo ocular. No tuvimos más que aprender, los “académicos”, a tocar la música ancestral como la tocaba Chullo, con otro tiempo, no con el occidental sino con el nuestro.
Terminado el ensayo nos dirigimos a la fiesta de San Jerónimo de Tunan donde fuimos invitados. Nos bajamos en el kilómetro 26 de la Panamericana Norte. Caminando escuchamos a lo lejos unos violines que gemían dulcemente. Sus notas se transformaron en aves que revolotean y se posaban en la copa de los árboles. Era el claro indicio que estábamos frente al local de San Jerónimo de Tunan.
Ya dentro, la tierra aplanada y dura temblaba bajo nuestros pies... al ritmo constante, de los bajos del arpa cuyos túm-tum-túm-tum resuenan como sordos tambores indígenas.
Estábamos parados al costado de la cancha y Chullo chilla.
-¿Y a qué hora tocamos?
Su risa de vizcacha  hace juego con su cara prieta de “huaco retrato” pero detrás de sus gafas gruesas de carey negro, de lunas verdes, su ojo izquierdo de vidrio, ojo de pez, enrumbaba para cualquier lado. Su cabellera era un escobillón de pelo duro y grueso de crin de caballo indómito.
-Tenemos que esperar a Chara- le dije
Estábamos Charango, Palomino, Chullo, Manuelcha, Elisa y Nina. A nuestra  derecha nos daba sombra una pared de cajas de cerveza, ¿trescientas? Eran las doce y ya la gente, desde los cuatro costados del canchón empezaba a beber.
Luis Gutiérrez nos vio y apurado vino hacia nosotros, todo agitado. Vestía un terno plomo a rayas al que le hacía falta más cuerpo para llenarlo, por eso le decían “alma calata”.
-¡Hola hermanito! Gracias por haber venido- dijo Luis.
-No te preocupes. Aquí he venido con mis amigos.
-Que bien hermanito. Ahorita les traigo una cajita para que se refresquen.
-Si porque ya me estoy asando- exclamo Palomino.
Luis era un mayordomo de la fiesta. A punta de trabajar y ahorrar un año había podido contratar a la orquesta y  con las justas, poner cien cajas de cerveza. Así que nuestra participación en la fiesta era “ad-honorem”. Pero el huancaíno se portaba bien. (De allí nos llevó a su casa en Comas y seguimos tomando y comiendo...)
-Oye Chullo, ayer te vi tocando en el microbús que va por la Avenida Wilson. Te pase la voz y ni bola me diste-comentó Palomino.
Chullo solía subir a los ómnibus y microbuses donde tocaba su quena y vendía cancioneros.
-Disculpa hermanito, estaría distraído, no fue mi intención menospreciarte- Dijo Chullo mientras le apretaba el hombro.
-Y eso que te iba a comprar un cancionero- replicó Palomino en son de sorna
-No te preocupes hermanito, aquí tengo uno si quieres. Y Chullo lo miro de reojo, con sorna, mientras buscaba el cancionero.
-¡No, no, no, está bien!- refuto Palomino azorado y riéndose todos.
Arriba, el sol de la una no daba tregua. Parecía que se había acercado más a la tierra. La orquesta típica del centro empezó a tocar mulizas y las parejas salían a bailar.  Los cholos llevaban "ternos de fuerza", avejentados de años con sacos que no les cerraban. Casi  no podían levantar los brazos y la corbata les ahorcaban. Se les veían incomodos. Con rostros adustos, los cholos guiaban en el baile a sus parejas, mujeres de anchas caderas y recias espaldas con blusas de encajes, faldas largas y zapatos negros de tacones anchos.  Y arriba, el sol que seguía sin dar sombra.
La música huancaína se mezclaba con el olor y el humo azulino que brotaba de las pachamancas y parrilladas que se cocían al otro lado del canchón ¡qué buena combinación! Y la seguidilla de Huaylas, pasacalles y toriles no tenían fin. En las orquestas típicas del centro, los saxos son los que más se lucen. Su color áureo encandila y sus 22 llaves, como yemas metálicas fundidas a los dedos del ejecutante, abren una policromía de sonidos con ribetes de quejidos grávidos y agudos, como una queja vívida y doliente, seria y sufriente, resignación y reclamo al mismo tiempo, como es el espíritu del hombre huancaíno. Su sonido imita el canto de las cornetas indígenas hechas de caña.
A los músicos se les debe de atender bien y nunca les debe de faltar cerveza. Así como se les trata así mismo tocan. Un saxofonista alto y con bigote, gordo y con barriga, inflando los cachetes tocaba parado, en trance, con los ojos cerrados, extasiado, sudando a mares. Al lado suyo, un poco más atrás, un niño de, quizás cuatro años, imitaba el estilo de tocar de su padre con un saxofón amarillo de plástico. Su madre, más atrás, atenta, sonreía complacida, y con las palmas, alentaba la actuación de su hijito.
Las horas pasaban y ya eran las cuatro de la tarde. Nos habíamos bebido  cuatro cajas y media. Y ya hablábamos todos al mismo tiempo, con la lengua acolchonada mientras nos pasábamos las botellas. Alrededor, la gente comía, otros bailaban, otros bebían, otros bailaban mientras bebían. El olor de la pachamanca aderezado con ajos nos llegaba potente a la nariz y nos picaba; la fragancia de la pimienta, el comino harto y el huacatay molido a batan limpio se mezclaba con el aroma de la cebada y nos envolvía con su humo azulino dando forma a un incienso humano de cuerpos, almas, música, comida, sudor, alegría y risas. Lucho nos abrazaba, tambaleándose, y juntos y abrazados todos hablábamos, ¡hermanito! mientras nos dábamos cabezazos unos a otros.
Hasta que de repente se escuchó la melodía del “Yo soy huancayno” y Lucho al instante comenzó a cantarla al estilo “Picaflor de los Andes”, nasal, tensando las cuerdas vocales, constriñendo la garganta, hinchando las venas, pero a la vez cantando claro, quejumbroso, orgulloso y valiente. Todos le hicimos coro, “conózcanme bien, amigos míos” Si era una fiesta huancayna, donde toda la pujanza, laboriosidad y alegría de una raza se translucía. Solo te basta recorrer el valle del Mantaro, con sus innumerable pueblos, cada cual con sus propias costumbres e idiosincrasia. Tanta diferencia hay que puede distinguirse en la forma y el estilo de llevar el sombrero. Y allí estábamos, en la fiesta de San Jerónimo de Tunan, como hace ciento de años, con la misma gente y el mismo espíritu.
Nos retiramos como a las diez, y nos fuimos a la casa de Luis. Allí estuvimos como hasta las cuatro de la mañana junto con su esposa canteña. Bien parece que lo aceptaron dentro del circulo canteño mas que todo porque era huancaíno, aunque pobre. Los padres de Leonor eran ganaderos y tenían tierras en las partes altas. Al final, Chara del Cuzco, Chullo de Arequipa, Palomino de Ayacucho y yo terminamos cantando “somos huancaínos por algo”…

martes, 22 de noviembre de 2016

EMMANUEL "BELLA SEÑORA"



La canción “Bella señora” fue incluida en el álbum “Vida” que Emmanuel produjo en 1990. Es uno de los más vendidos y que afianzó su carrera de artista.

sábado, 19 de noviembre de 2016

Amar- MarioMantillaKanchari


Ayudadme. Camilo sesto...



Camilo Sesto es el autor de este tema y muchos otros éxitos que graba desde los setenta hasta fines de los noventa.
Generalmente Sesto es el compositor, productor y arreglista de sus propias canciones.

"Ayudadme" viene a representar una canción con un corte existencial, donde expresa la duda del hombre actual ante la fragilidad y el sinsentido en que se ha tornado la vida. Perdida los vínculos con el mundo, con el prójimo, con los anhelos de la existencia, el amor nos ofrece, quizás, el último o el único lazo para atarnos a la vida. 

lunes, 14 de noviembre de 2016

James Blunt You're Beautiful



Tú eres hermosa

James Blunt dijo en una entrevista que el escribió esta canción al ver a su antigua enamorada con otro hombre en el metro de Londres. El no sabía que ella ya tenía otro amor. Dice que en ese momento sus miradas se cruzaron y toda la vida de ambos las compartieron en ese instante.

sábado, 12 de noviembre de 2016

Cecilia X


¿Qué se siente besar a un espíritu? Se siente maravilloso. Todo mi ser empezó a vibrar tenue, como cuando un cascajo cae en el agua quieta de un lago. Una corriente eléctrica de baja intensidad recorrió mi cuerpo desde los labios, pasando por el cerebro hasta los pies mientras una luz blanca y brillante inundó mi mente y salió por los poros de todo mi cuerpo.

Mi hermana me llama un día.
-Hermano, quiero hablar contigo. Debo de ayudarte a aclarar cosas que no ves correctamente.
-Está bien. Dime
-Hable con Cecilia y me cuenta que sigues tratando de comunicarte con ella.
- …..
-Estas equivocado en lo que sientes por Cecilia. No es amor sino una obsesión. Es difícil que lo entiendas así. Ella viene a ser lo que se llama tu primer amor, que nunca tuviste pero en tu mente la convertiste en tu enamorada. Nunca fue tu novia ni será nunca tu esposa. Y todo eso ahora lo fantaseas y ya llevas años en esta idealización de un romance que nunca ocurrió. Lo único que tienes son sueños, constantes sueños acerca de ella. Y tus sueños se alimentan de la esperanza que tienes de encontrarte otra vez con ella y comenzar una relación. Todo eso es ingenuo. Y lo peor es que no te permite tener una relación real. Y cuando tienes alguna, lo que haces es compararla con Cecilia y haces fracasar cualquier relación. No es sano lo que haces.
-Es verdad lo que dices. Pero, ¿Qué malo es tener un sueño? ¿No todos lo tenemos? Diferentes pero sueños al fin.
-Pero ese sueño que tienes no te deja vivir.
-Al contrario, me ayuda a vivir.
-Vivir solo, sin haber formado una familia, sin una compañera para compartir la vida no es vivir.
-Tampoco es vivir el estar con una persona que no quieres.
-Que ganas queriendo a Cecilia si no puedes vivir con ella. ¿Qué esperas, que ella termine su matrimonio y viva contigo? Eso nunca va a pasar. Y si llegara a ocurrir habrá pasado los mejores años de tu vida.
-¿Crees que no he tratado de estar con una chica? Fracaso no porque la compare con Cecilia sino porque quiero borrar su recuerdo con otra chica y es peor porque me hace recordarla más y me siento más mal porque causo desilusión en esa persona.
-¿Qué piensas hacer?
-Si he de olvidar a Cecilia será porque mi corazón dejará ir su recuerdo. Y entonces miraré para otro lado.
Hablar con mi hermana me puso triste. Pero yo amo a Cecilia aunque parezca obsesión. Lo que más me apena cuando pienso en ella es que no es feliz porque siento que ella sufre. Y estoy seguro que si supiera que es feliz me conformaría. Cada vez que amanece el día la incluyo en mis plegarias y deseo que este bien y feliz con su familia. Y nunca dejaré de desearle lo mejor. Así ha sido a través de los años y así será por siempre.


martes, 8 de noviembre de 2016

Chullo II


Chullo era fuerte, tenía que serlo. En Chillca, su pueblo, el frio era moneda corriente al pie del Ausangate, pico de más de seis mil metros en el Cuzco. Tenía que serlo, en su comunidad de pastores de llamas, el frio es lo que te abriga. A tierna edad tiene que subir a la puna para pastear a los auquénidos, guarecido solo en una choza de piedras, ramas e ichu. Tiene que ser fuerte para subir al Colkepunku como ukuku y bajar hielo para ofrecer al Cristo de Qoyllurit’i. Tenía que serlo porque cuando nació Chullo, el Señor se llevó veintinueve angelitos... quienes murieron de gripe ese año.

Santa lucia-Miguel Rios



La voz bronca e intensa expresa el apasionado carácter de Miguel Ríos que nos hace solidarizarnos con el mensaje de su canto, con la expresión de sus ideales. Por eso no alejamos “de la tranza y la prostitución” de los valores y hacemos las cosas que amamos “a todo pulmón” y nos aconseja “sueña cantando, vive soñando el nuevo sol en que los hombres volverán a ser hermanos”.
Miguel Ríos Campaña nació en Granada, España el 7 de junio de 1944.  Es uno de los pioneros del rock  en su país. Grabo temas populares como “Himno a la alegría”, “El rio”, “Santa Lucia”, “A todo pulmón” y muchos mas.

domingo, 6 de noviembre de 2016

Cecilia IX



Muchas veces en la vida suceden cosas contrarias a lo que esperamos, hagamos lo que hagamos, las cosas se manifiestan siguiendo un plan, no el de nosotros.
Extrañaba tanto a Cecilia que quise comunicarme con ella a través de los sueños, como lo hacía antes. Me dormía pensando en ella. Llamaba su nombre en la frontera de la vigilia. Pero no venía, no venía.
Una noche me sumergí en mis sueños. Me vi en un amplio patio de escasa luz. La vi caminando con su hermana. La seguí y la pude separar de ella. Me acerqué dispuesto a hablarle. Sin decir una palabra me dijo que tenía que hacer. Caminamos lado a lado por la calle Capón donde un montón de bicicletas, cargadores y gente con paquetes transitando nos atropellaban al caminar. Tuvimos que andar en hilera hasta que encontramos una escalera. Subimos a un primer nivel y encontramos calles más anchas por donde corrían omnibuses rojos de dos pisos. Me dije que estábamos en Londres. Andando llegamos a la Plaza Trafalgar que me recordó a la primera cuadra del Paseo de La Republica. Nos sentamos y sin mirarme me habló:
-¿Por qué me llamas?
-Te quiero y sé que tú también me quieres. Quería verte, saber de ti.
No es posible vernos.
-Pero, ¿ni en sueños?
-Ni aun en sueños porque los sueños repercuten en la realidad. Para ti es fácil porque no tienes a nadie pero yo tengo un compromiso.
Le cogí la mano.
-No es justo que ni aun en sueños te pueda amar.
-No es cuestión de justicia, es cuestión de sacrificio.                                                        
     Le había cogido la mano pero no me miraba, miraba el horizonte, el cielo y el suelo pero no mis ojos. Me acerque más a ella, no se movió. Despacio aproximé mi rostro, mis labios buscaban sus labios. A un instante de besarla, sus ojos miraron los míos. En ese instante conocí de su dolor, su sufrimiento, angustia y temor. Pero también supe de su amor, de sus ansias de querer y ser querida, de ser feliz y vivir una vida que no había vivido hasta ahora. Cuando mis labios se juntaron con los de ella, cerró sus ojos. Y sentí como si hubiera besado a un espíritu.


miércoles, 2 de noviembre de 2016

Cecilia VIII




Los sueños que tuve de Cecilia impactaron dulcemente mi vida emocional y me hicieron feliz. Pero también me trajeron tristezas.
¿Debería de seguir creyendo en los sueños? Einstein declaró que la Teoría de la relatividad fue inspirada en una serie de sueños que tuvo. Mendeleev concibió la tabla de los elementos químicos por un sueño. Neils Borh desarrolló el modelo del átomo basado en un sueño. Y el personaje que más recuerdo que adivinaba sueños fue José, el personaje de la biblia quien interpretó los sueños de un Faraón. Entonces, pensé, los sueños no son ni buenos ni malos de por sí, sino lo que debemos de esperar del futuro, el cual tenemos que aceptar.
Me fui de mi país para olvidar. Y a pesar de la distancia que me separaba de mi centro, mi norte siempre estaba al sur, adonde volaban todos mis sentimientos. 
Un día mi hermana me llamó
-¿Cómo estás?
-Bien, ¿y tú?
--Bien también. ¿Sigues pensando en Cecilia?
-Bueno….sí. 
-Te voy a contar algo. Cecilia habló conmigo. Me preguntó por ti, que como estabas.
-Quiero contarte algo que a nadie he contado. Me dijo.
-Talvez te sorprenda que te diga que siempre he estado enamorada de tu hermano. Desde colegiala. Me alegraba verlo con su cara de pajarito malherido y su cabeza de Astroboy. 
Pensé que me estaba jugando una broma pero prosiguió.
-Yo le daba señas de que me gustaba pero nunca las entendió. Me gustaba mucho bailar con él, sentirlo junto a mí, agarrando temblorosamente mi mano. Pero no me hablaba. Mis amigas lo llamaban “el mudo”. Hubiera querido ser su enamorada pero no sabía si sentía lo mismo por mí. Así que acepté al que hoy es mi esposo. Pero no lo olvidé. Era la ilusión de mi juventud.
Cecilia me dijo que cuando tú quisiste hablar con ella estaba pasando por malos momentos. Y se pusieron las cosas peor cuando su esposo leyó el poema que le mandaste. Se puso furioso y le echó la culpa a ella. 
-Yo nunca le di ningún motivo para que desconfíe de mí. Y echarme la culpa de haber provocado a tu hermano fue bien injusto. Pero él es así, celoso sin motivo. Se pone celoso cuando en las fiestas alguien me saca a bailar. Y me cela hasta con mis tíos. Cuando tu hermano se acercó no creí en sus intenciones, y pensé mal. Pero sus poemas los sentí sinceros y me hicieron pensar que podía existir alguien que me podía querer de verdad. El día que vi a tu hermano me dijo que yo guardaba un secreto, que sabía que yo tenía un secreto por un sueño que tuvo.  No sé cómo pudo saberlo o talvez solo lo adivino. Porque si, tenía un secreto, el que te estoy contando. No soy feliz con mi esposo. Soy esposa y madre pero siento que no soy yo. Varias veces he hablado de separación con mi esposo. Hasta me he ido de casa dos veces pero he vuelto cada vez que me prometía que iba a cambiar. Pero después de un tiempo las cosas volvían a ser las mismas. Fíjate que yo misma no cumplo con mis promesas. Me pongo una fecha límite para separarme definitivamente pero no la cumplo.
-Debe ser difícil-le dije.
-Es una gran responsabilidad disolver una familia, aunque creo que podría ser lo mejor para mis niños porque ya no verían las peleas continuas de sus padres. Pero tampoco quisiera que pasen penurias y que no tengan la figura de un padre en sus vidas. Talvez sea más fácil la separación cuando sean adolescentes. 
También hay otros motivos que hacen difícil el sepárame Al principio de mi matrimonio mi esposo era bueno, me trataba bien y me daba muestras de consideración. Pero después de los primeros años  fue cambiando poco a poco. Se hizo insensible, demandante, frio y seco, aun con sus hijos. Creo que pensar que él pueda volver a ser como antes me hace mantener mi matrimonio. Tengo la ilusión de que me vuelva a tratar como antes lo hacía. También algo en mí se rehúsa a separarme: no me gusta aceptar la derrota. Eso sería aceptar que me equivoqué. Por eso me esfuerzo. Renuncio a veces pero vuelvo a luchar por mi familia. Lo curioso es que lo de tu hermano, a pesar de los problemas que me trajo, ha ayudado a que mi esposo me trate mejor. Es como si se hubiera dado cuenta que yo valgo mucho para alguien más y debe de cuidarme.
-Me alegra mucho que salga algo bueno de algo tan malo –le dije y le desee buena suerte.
Sentí un alivio al saber que Cecilia estaba bien. También sentí algo dulce al enterarme que también me había querido, como yo a ella. Pero me entristecí al darme cuenta que toda mi vida había sido un tonto por no expresar mis sentimientos. Y algo me confirmaba, que Cecilia nunca dejaría su matrimonio. Cecilia era de aquellas mujeres que se casan una vez en la vida, para siempre, por más mal que le esté yendo. Y aunque ella supiese que yo la quiero, mis palabras jamás llegaran a sus oídos. 
Entonces tuve otro sueño. Soñé que andaba por un camino en medio de un prado. El camino llegaba a una casa de dos aguas. Toqué la puerta y me atendió una empleada. Abrió la puerta de par en par y pude ver a Cecilia, al fondo de una habitación, con un vestido largo hasta el suelo. Me miró un instante y luego lentamente su mirada la dirigió a un hombre que estaba sentado a su lado. Era su esposo. 
Supe entonces que yo había ido a su casa por ella, para que se fuera conmigo. Pero su mirada triste y abatida me decía que se quedaría con él para siempre. 

martes, 25 de octubre de 2016

Roberto Carlos Que sera de ti



Esta canción fue escrita por Roberto Carlos para su álbum “Roberto Carlos” de 1972 y fue un gran éxito en Brasil y toda Sudamérica.

Caetano Veloso- Un vestido y un amor



Historia de la Canción
Fito Páez conoció personalmente a la actriz argentina Cecilia Roth en 1991. Cecilia, que en la época vivía en España, había vuelto a la Argentina para recuperarse de las secuelas de una hepatitis. Fito Páez, siete años menor, era considerado el joven prodigio del rock argentino. Estaban en Punta del Este, en una fiesta de disfraces, cuando él le pidió a Cecilia que le sirviera una copa de vino. Cecilia en aquel momento era una mujer casada, o sea, ya tenía "un vestido y un amor".
Poco tiempo después, Cecilia había roto su compromiso, en la misma época que Fito. Ambos estaban con el corazón partido y juntos los corazones se recuperaron. Así surgieron las "margaritas del mantel", como Fito declaró en una entrevista 20 años después.
Fito fue al apartamento de Cecilia, encendió un cigarrillo, se sentó al piano del hermano de Cecilia, que estaba en un costado del apartamento, y creó la canción. Se casaron en 1999.

Análisis de la letra
La letra relata la admiración de un lírico al encontrar su musa inspiradora, sin saber si era un ángel o un rubí.
Las sensaciones que Fito relata al ver su musa, saliendo entre la gente a saludar, fumando drogas en Madrid, reflejan la luminosidad, como si aquella visión iluminara el día, la carretera, la vida de la persona amada.
Justamente cuando él no buscaba a nadie, vio a su musa, que ya tenía "un vestido y un amor".
En Brasil, fue grabada con enorme éxito por Caetano Veloso en el álbum Fina estampa9  de 1994 con un arreglo más lento marcado por el violonchelo de Jacques Morelenbaum.


Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Un_vestido_y_un_amor

viernes, 21 de octubre de 2016

Demis Roussos - Morir al lado de mi amor




El cantante Demis Roussos, nacido en Alejandría, comenzó su vida artística siendo el bajista y vocalista de la banda de rock Aphrodite’s Child. Allí comienza la relación con el tecladista Vangelis, quien luego sería el compositor de la mayoría de sus éxitos en su carrera como solista.
Con su inconfundible timbre de voz, ha vendido más de 40 millones de álbumes en todo el mundo. Ha cantado en varios idiomas, entre ellos el francés, el inglés, el español y el alemán. Algunas de sus más famosas canciones son “Romántica”, “Un Mundo de Hombres Niños”, “Mañanas de Terciopelo”, “Canción de Boda”, “Perdóname”, entre otras.
Murió a los 68 años el 25 de enero del 2015 víctima de un cáncer estomacal.


Fuente: http://www.elreporte.com.uy/demis-roussos-morir-al-lado-de-mi-amor/

QUIEN ERES TU





De qué espacio sideral desconocido,
de qué tiempo que ya fue o aún no ha sido,
de qué lluvia de planetas has caído
proclamando un "aquí estoy porque he venido"...
Que aunque no se trate de pedir permiso
por pisar el mismo vértigo que piso,
no se apunta a un corazón sin previo aviso
tan de pronto y disparando tan preciso...

Quién eres tú...
Quién eres tú,
Prodigio o vudú...
Quién eres tú
ensueño o tabú...
quién eres tú...

Cuando ya no queda más que ese momento
en que comienza a repetirse el argumento,
apareces de repente, con el cuento
de que no hay historias... sólo sentimientos
y me invades con palabras como besos
inundándome con pájaros, los sesos
Qué difícil intentar salir ilesos
de esta magia en la que nos hallamos presos...

Te aseguro que no quiero hacerme el fuerte,
en todo caso me da pánico creerte...
No sé si eres el presagio de la Suerte
o, al contrario, vienes a darme la muerte
pero seas agua turbia o aguanieve,
cómo no beber cuando me dices: "bebe"...
que la sed se va apagando y es más breve
al tiempo que pasan los años... y no llueve

Luis Eduardo Aute es un cantautor, pintor, escultor y director de cine español. Es el creador de temas inigualables como “Rosas en el mar”, “De alguna manera”, “Aleluya”,  ”La belleza” y muchos más. En cantante se encuentra en coma, en el hospital después de sufrir de un infarto.
En una entrevista de ABC declaro lo que lo pinta como un genuino artista:

“Yo quiero que escuchen mis canciones, vean mis cuadros y escuchen mis poemas, pero a mí que me olviden. Quiero que disfruten o padezcan mi trabajo, el autor es lo de menos.”