sábado, 11 de marzo de 2017

Cecilia XXIV


No se iba la felicidad de mí después que Cecilia me dijera que me quería. Me sentía profunda e infinitamente más querido con esas simples palabras de lo que jamás hubiera esperado estarlo. Claro, te quiero son solo palabras pero fue una poción de dopamina y ternura que derritió mi corazón y conmovió mi alma.
Pero ¿Por qué me conformo con tenerla en sueños? ¿Por qué no intento vivir nuestro romance en la realidad? ¿Acaso no podría tener algo mejor? ¿No será que Cecilia tomaba el camino más fácil, el tener una familia, un esposo, y seguir siendo fiel? Para mí era claro, sino fuera en sueños no tendría nada de ella. En el mundo de los sueños ella me quiere y está conmigo.

Aunque… quisiera verte alguna vez, tener tu presencia frente a mí, sentir los miles de detalles que te hacen tú, acariciarte en la realidad y liberarme de la condena de verte solo en sueños.

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