martes, 26 de noviembre de 2024

¡Guíame Mabel! - LXIX


 Hoy estaba muy adolorido, del cuerpo, del alma, no sé de cual más. Y lo terrible es que no se puede evadir esa realidad. Estamos todos atrapados, encerrados en estos cuerpos sin poder huir de la angustia y el sufrimiento del existir, de los requisitos obligatorios para vivir. No por nada venimos al mundo llorando y nos vamos apenados. Que fácil seria la vida ignorando todo esto y que fuera solo los instintos los que nos guíen la travesía. Creo que a los animales también les llega la noche y que sufren, pero no cuestionan el sufrimiento, lo aceptan con normalidad porque lo dicta la naturaleza, de lo que ellos están hechos. Temo que no sé como se sienten, pero pienso que ellos están mas preparados para la vida que los seres humanos.

Eran las dos de la mañana y todos estos pensamientos me mantenían despierto, sin ganas de hacer nada. Podría haber hurgado por algún libro para leer a pesar que tenía al “Ulises” sin terminar. Pensé en escuchar música, en el “Carmina Burana”, que me sonaba lo suficientemente dramático para escucharla, pero no quería ponerme mas triste. Y mirando a través de la oscuridad de mi cuarto me dije …

-Solo tu podrías animarme, ¿dónde estás?, ¿por qué no te me apareces como un fantasma bueno?

Y me acosté pensando oír cualquier cosa. Y apenas me coloqué los audífonos y sin encender el celular ni pulsar ningún botón, escuché los acordes y la letra de …

“Chiquilina, yo te quería, chiquilina, me dejaste así

aquella noche yo te amé y te entregué mi corazón

aquella noche nos amamos tú y yo

Chiquilina, yo te quería, chiquilina me dejaste así

al pasar el tiempo te olvidaste y te fuiste de mi lado

pero igual yo te sigo amando

Fue como una ráfaga tu amor, me enamoro

Después solito me dejo, y se marchó …”

¡Era la canción que te vi bailar en un video!, donde hacías un pasito en la frase “fue como una ráfaga de amor …”. Y me alegraste, me hiciste sonreír, me hiciste saber que estabas pendiente de mí, que velabas por mí y con esa emoción me dormí.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario