viernes, 30 de septiembre de 2016
Cecilia IV
Cuando se es adolescente no se entiende para que sirven
realmente los estudios. No nos hacemos esa pregunta, solo obedecemos la orden
de ir a la escuela, es nuestra obligación. Pero todo lo que queremos es
divertirnos y eso significa no tener obligaciones. Y los mayores son los que
deciden que es importante y necesario hacer, sin contar con nuestra opinión.
Porque ¿qué tiene de malo no tender la cama? ¿No arreglar su cuarto? Así que
nuestra tarea es estudiar, aunque eso no nos entusiasme mucho por más que nos
digan que es para que podamos ser lo que queramos cuando seamos grandes. No es
que no deseáramos ser doctores o ingenieros o policías o bomberos. Pero eso era
algo muy remoto en el tiempo, a años luz de nuestras pequeñas vidas, eso era ser “alguien” en el tiempo futuro pero no éramos nosotros en el presente. Todo
lo que queríamos era jugar, jugar todo el día y la noche si fuera posible,
andar con los amigos, mirar a las chicas, pasear, gastar lo que teníamos de
más, nuestra energía.
Pero hice mi
obligación, termine mi secundaria, seguí la universidad y termine un
bachillerato en biología. Todo eso sin olvidar a Cecilia.
Rara vez la veía. Vivíamos en mundos diferentes con
diferentes almas. Pero siempre tenía un tiempo para preguntarme que estaría
haciendo, imaginando ir a verla, andando por las calles juntos. En esa vida sin
Cecilia muchas veces el nuevo día me sorprendía vagando por calles lúgubres y
peligrosas o por parques floridos pero vacíos. Y en mi vagabundear solitario y
perdido, una melodía resonaba en mis sienes, Aubrey. No, no me entristecía
escucharla, era un réquiem, era la
música que acompañaba el duelo de una
pena en mi existencia. Claro que tuve chicas, unas más lindas y preciosas que
Cecilia, alguna mucho más inteligente y lista que ella. No es que Cecilia fuera
tonta o no fuera inteligente. Era lista y cándida a la vez, eso la hacía súper
para mí.
Se me
presentó la oportunidad de estudiar afuera. Y que suerte que decidir viajar
justo cuando me entere que Cecilia se iba a casar.
Me hicieron
una fiesta de despedida y Cecilia asistió.
-Te deseo
mucha suerte – me dijo abrazándome.
-Gracias
Cecilia (Te voy a extrañar mucho, le dije para mis adentros).
Ya han
pasado cinco años y tu imagen no se ha borrado de mí. Te extraño, que lo sepas
quiero si eso tiene algún valor para ti. Extraño no lo extraordinario de ti,
extraño los miles de minúsculos detalles que te hacen tú. No sé entre ellos
cual añoro más pero tu sonrisa es el que me gana. Ya demasiado te he extrañado
que tu recuerdo se ha desgastado en mi memoria. Tu ausencia en mí, es como si
te hubieras… pero no te has muerto, pero mi duelo es parecido a como si lo
estuvieras. Pocas cosas he cumplido en mi vida cabalmente, pero lo que no te
dije, que te iba extrañar mucho, lo he cumplido diligentemente.
Ahora sé que
el amor entre Cecilia y yo no estaba destinado a ser, sino lo hubiera sido de
cualquier manera. Y ya no lo será, no en esta vida.
*
Para amar
bien, el hombre tiene que amar como hombre y mujer a la vez.
MMK
jueves, 29 de septiembre de 2016
Gianni bella de amor ya no se muere
¿De amor ya no se muere?
La ocurrencia de tener un ataque al corazón aumenta seis
veces en la primera semana después de un rompimiento. Y un ataque al corazón mata.
El autor de la canción, Gianni Bella empezó su vida artística
escribiendo la letra de canciones para su hermana. Luego se decidió a cantar
sus propias canciones y alcanzo el éxito con “De amor ya no se muere” 1976. El éxito
lo acompaño hasta el año 2010 cuando tuvo un derrame cerebral que le causo la pérdida
del habla y el uso de una pierna. Gloria para un gran compositor y cantante.
lunes, 26 de septiembre de 2016
Luz Casal - No me importa nada
Cuando una relación
sentimental se agria, se convierte en otra cosa. En la canción “Y no me importa
nada”, se convierte en una contienda, en una mascarada, tras de la cual se
esconde los verdaderos sentimientos. Al echarse a perder la relación, los
sentimientos beneficiosos, agradables, sinceros se trastocan en hiel, se
maquillan porque aún no se ha roto definitivamente. Cierto que ya no hay
esperanza, hay la aceptación de la agonía del amor. Y no se logra romper
definitivamente porque se finge las emociones. Y la manera de lidiar con las
mentiras de la pareja es la reacción de la mujer, que supera los engaños del
hombre jugando no solo con sus engaños, sino con la convicción del hombre que
cree que le están creyendo. Es el juego del gato con el ratón por el nivel en
que ha descendido el amor. El hombre recurre a la carta preferida del género
masculino, la pasión, el amor sensual y como lo usan para turbar a las mujeres.
Pero, aunque le sorprenda, ya no representa nada para ella porque si la mujer
no siente amor, la pasión es una necedad. En este conflicto aun inacabado, es
menester cuidarse y no salir herida. Por eso ella nos cuenta que es muy
cuidadosa y no se deja embaucar. Y en esa lucha de dos oponentes, ella se cuida
de no recibir golpes dañinos, como los que se dan en el boxeo, cuando los púgiles
se enfrascan en darse golpes a casi nula distancia, en el in-fighting, “en las
distancias cortas”. Porque ella no es una “novata”, sabe cómo jugar esa pelea.
Al final, la indiferencia total que asume la mujer ante todo el vano despliegue
de subterfugios del hombre es su victoria final.
viernes, 23 de septiembre de 2016
sábado, 17 de septiembre de 2016
EL EXTRAÑO DEL PELO LARGO. LA JOVEN GUARDIA / AUDIO ORIGINAL / 1969
La canción emblemática
de los sesenta y principios de los setenta “El extraño del pelo largo”,
compuesta e interpretada por La joven guardia, el grupo de rock argentino que
nos es, o no es tan valorado como debería ser. Muchos motivos habrán pero uno sería
el más evidente: el desconocimiento. Otro seria la arrogancia, el creer que
solo la música de su generación es la buena lo que también es otra ignorancia. La
joven guardia era un grupo súper bueno. Solo basta escuchar una sola canción
para apreciar la letra, simple, natural pero con mucho significado, la música con
melodías extrañas pero bellas y armonías simples y también complejas, si era
necesario.
Pero la canción
“El extraño del pelo largo” era un himno de nuestra generación que traducía la rebeldía
de la época, el descontento con el sistema, con el mundo cínico del adulto. Los
jóvenes intuían a donde se les querían arrinconar y que camino se le querían hacer
transitar, el de la producción en masa, del consumo irracional de mercaderías,
de la aceptación de valores desvalorizados de la patria, del gobierno y del
estado con sus símbolos cosificados de la bandera, de la cruz y la familia. ¿Era
bueno matar y matarse por un pedazo de tela y de tierra? ¿Y el tener que ser
alguien y progresar sabes a quien todo esto siempre llega beneficiar? Solo para
que llegues a entender, en esa época si querías entrar a trabajar en alguna
empresa tenías que estar casado, que era, según el sistema, signo de ser maduro
y responsable. Fíjate que ahora el estar casado ya no significa eso y no te
contratan si lo estas. No es porque quieren gente irresponsable sino soltera
para poder pagarles menos.
Por eso los jóvenes
se dejaban el pelo largo, se usaba los “jeans” y los polos aun para trabajar. Y
el rock rompía la pomposidad de la cuadriculada música de los mayores. Los jóvenes
pensaban que con la voluntad el mundo se podía cambiar y que haciendo el símbolo
de la paz con los dedos las guerras se iban a parar. Se equivocaron, el sistema
solo tuvo que esperar al tiempo para vencerlos. El cambio y la revolución es
tarea de jóvenes que no reparan en dar vida y sangre por sus sueños. Pasada la
primavera y el verano, el otoño y el invierno del sistema los congela y los
engulle.
Aun así fue
una bella, romántica e inocente época. Su espíritu se haya guardado en el fondo
del corazón.
viernes, 16 de septiembre de 2016
Cecilia - III-
III
Yo
sabía que estaba enamorado de Cecilia pero no sabía si ella sentía lo mismo por
mí. Mi sueño me decía que su alma ya lo sabía pero ¿lo sabía ella en realidad?
Una noche fui a su casa, no recuerdo
porque motivo, ¡ah sí! era un favor. Apenas entré se puso a hablarme, a
preguntarme, toda sonriente, tan cerca de mi rostro y tan rápidamente que tuve
que retroceder. Recuerdo que le mentí tres veces.
-Estoy
bien.
¡Que
iba a estar bien! Si me estaba muriendo por ella, literalmente.
-No
me costó nada.
El
favor me costó harto trabajo
-¿Seguro?
¿No me estas mintiendo?
-No,
para nada.
Claro
que le mentía.
Me
acompañó a la puerta para despedirme y sin pensar aproveché para abrazarla y se
dejó. Le di un beso de despedida que casi se lo doy en sus labios en lugar de
la mejilla. El beso fue brusco pero tierno pero tuve que soltarla apuradamente
cuando su hermana menor apareció.
Aún
tengo la sensación de su torso en mis manos y el roce de su mejilla en mis labios.
Me pregunto si eso significó algo para ella. Pero no lo sé. ¿A quién preguntar si
nunca nadie supo que la quería?
Volví a su casa en diciembre a la fiesta
de cumpleaños de su hermana. Era una fiesta en penumbras, a todo dar, con luces
y con un conjunto de rock. A tientas la busqué, en la sala, en el jardín y en el
comedor. Hasta que la vi y me vio y por un momento el tiempo se congeló. Vi
profundo en ella y ella en mí. Pero la vi sentada con chicos a su alrededor. ¡Bah!
cualquier chico no era más que una disonancia en una bella canción. Había ido a
esa fiesta solo para verla. Y la vi. Y ya no había otra razón para estar allí. Y
me fui.
Pero no dejaba de buscarla en sus sueños y
entonces ¡hela allí! Fresca como la
brisa en las tardes de verano, risueña como una sonaja, abrupta e inquieta como
el rio que baja de la sierra en el estío. Nos sentamos y le tomé la mano. Esa
noche quería que ella entendiera que la amaba en sus sueños y también en la
realidad. Entonces le dije:
-
Estos ojos con que la miro complacen mi ser y endulzan mi alma. Tuve la suerte
de sentir la sutil ternura que escondía su alma. ¿Ha leído alguna vez el libro del amor? ¿De mi
amor? Sino, leería con que ternura miraría al ser amado, las tiernas caricias que
mi mano proveerían, en la frente, en la faz de su rostro, en su sien.
Mis
palabras le deleitaban, lo sentía cuando ella apretaba levemente mi mano cuando
le hablaba. Tomado de su mano volvía a la vigilia, a la realidad.
Al
notar su agrado por mis palabras una
noche decidí ser más sincero con Cecilia y le expresé mis sentimientos.
- Siento un dulce veneno que hace estragos en
mi cuerpo, en mi mente. No dejo que fácilmente se posesione de mí y resisto
firmemente. Pero ya no encuentro refugio en la sensatez. Sé que solo dejándome
caer en el abismo de esta pasión descansaría realmente. Mi única alternativa es
convertirme en una cosa, un objeto, en
nada. Y vivir la triste y tranquila vida de los que se rehúsan a amar hasta la
muerte. ¡Que fatalmente triste! Sé que ignoras el tanto daño que puede causar
tu ser en la vida de tu semejante, aunque éste se encuentre lejano, distante.
Si pudiera hacerte entender, que no debes de tomar los sentimientos profundos
hacia ti tan ligeramente, pero… ¿Qué si apelo al sagrado mandamiento que nos
dejó el Crucificado y me amas como ÉL dijo que amaras a tu prójimo,
cristianamente?
Y me desperté complacido deseando que mi amor haya podido haber
cruzado la barrera de los sueños y se hubiera transformado finalmente en
realidad.
Pero la realidad es algo de la cual nunca
debemos de fiarnos. ¿Acaso no se sabe que la realidad es pérfida y asesina? ¿No
es cierto que traiciona y mata nuestros sueños?
En
la mañana siguiente me enteré que Cecilia había aceptado a un chico como su
enamorado.
¿Cómo pudo eso suceder? ¿Si yo era su amor
verdadero? ¿Cómo no podría serlo si no sintiera el amor que siento? Porque un amor así no es solo verdadero, es mágico.
Es una fusión de dos almas que aceptan con fe de que no van a arder, que al
saltar al vacío no se han de matar, de enfrentar el reto de reconocerse el uno
al otro, que son el uno para el otro, que no habrá rompimiento, no habrá temor,
que solo habrá respeto y amor.
Pero ni Cecilia ni yo nos dimos cuenta que
nuestra conversación en los sueños se
guardaba en el corazón y nuestros corazones lo sabían todo, de la
realidad del mundo y del amor. Tragedia fue que ella no escuchó a su corazón decirle
que esperara y yo no escuché al mío decirme que confiara.
MMK
martes, 13 de septiembre de 2016
Cervum
Sus plantas siente el duro suelo ennegrecido por la brea.
Guirnaldas de luciérnagas pendían a lo largo del negro rio. Sus pasos rebotan prístinos
en la losa. Su vista alcanza más de doscientos metros hasta la cima de la
colina. -Lo cruzo- se dijo. Se adentró en la franja rocosa y oscura, sin
arbustos, ni yerba, ni árboles. De pronto, a mitad del cruce, le llama la
atención dos soles que se acercan raudo. Son esplendorosos y brillantes como el día. Se queda quieto, fascinado de la maravilla de ver las luces alumbrando
en la cerrada y oscura noche, como preguntándose ¿Cómo es eso posible? Los ve
venir y sus fulgurantes rayos empiezan a enceguecerlo. Están ya frente a él,
cuando de repente siente un atroz golpe y ya no ve más…
jueves, 8 de septiembre de 2016
Cecilia II
II
Y así pasaban los meses que cuando
uno es joven son años. Pero ¿Por qué no me animaba a hablar de amor? ¿Era muy
bonita para mí? o ¿Era muy feo para
ella? Yo le eche la culpa a mi timidez, a la paralización de mi voluntad, a la
rigidez de mi lengua cuando quería insinuarle mis sentimientos. Entonces solo le decía hola- que tal- como
estas- muy bien- adiós.
Pero yo encontré una forma de
conversar con Cecilia y contarle de mi amor. Era a través de los sueños. Cuando
la noche estaba bien avanzada cerraba mis ojos e iba en busca de Cecilia. La
encontraba en su sueño y la invitaba a caminar por un sendero de flores hasta
llegar a una fuente de agua y en una banca nos sentábamos los dos. Y le decía:
-Cecilia, te voy hablar a tu corazón….mejor…. a tu espíritu. Yo te amo y
modestamente te pido que me escuches, si es necesario, pues…puedes sentir… amor
sin tocarte mis manos… y yo… puedo sentirlo… emanando de ti.
Callada me escuchaba, con la cabeza agacha, sin decir nada.
En otro sueño, estábamos frente al mar y le pregunté:
-¿Has visto como las olas golpean ferozmente el farallón? Tan sólido y
monumental que es. Puede tardar un millón de años. Pero al final, el farallón y
el océano serán uno.
En ese estado de cosas, lo cotidiano me aburría, los días eran sosos, el
estudio tedioso, solo la noche me atraía. ¿Qué sentido tiene todo? ¿Qué es la
vida si no te da felicidad?
Y la felicidad no estaba en la rutina de los mayores. Para saberlo solo
bastaba ver sus existencias, a toda hora insulsa, con escasos momentos
divertidos, enfrascados en conversaciones frenéticas sobre la política, los
deportes y religión. Yo no quería estudiar, superarme, progresar para ser eso.
Tampoco me interesaba la carrera al matrimonio, a tener familia que
supuestamente aseguraba una vida feliz. Por lo tanto fije mi anhelo de
felicidad en persistir en lo que colmaba de gozo y dicha a mi juventud.
Una noche, en mi sueño, la conduje a
una playa escondida, al borde de un océano de aguas transparentes.
-Tendámonos en la arena bajo la mirada ardiente del sol – le pedí.
-Me siento gozoso de estar aquí contigo.
Cecilia se echó y cerró los ojos, sin hablar. Me eche a su lado y vi su
cuerpo, su piel. Y note algo maravilloso.
-¡Mira! Tu piel brilla como oro.
Cecilia me escuchaba en silencio.
-Tengo sed, sed de agua, sed de ti – afirmé.
-Cecilia, cuando termine este sueño, la espuma marina borrará nuestras
pisadas. Pero no acabará aquí, porque tú eres la arena, la sal, el mar. Cuando soñemos
otra vez iremos a otra playa, en otro universo si quieres. Y caminaremos sobre
polvo cósmico multicolor y nos bañaremos en un mar verde fosforescente bajo un
sol rojo.
Anoche en su sueño volví a buscarla,
pero no la encontré. Llegue hasta el final del sendero y tampoco estaba allí.
De pronto la vi venir por un sendero rodeado de árboles inmensos. Venia sonriente
y cuando estuvo cerca de mí me miro de soslayo y me preguntó.
-¿Me quieres mucho?
Aunque extasiado y sorprendido en ese momento quise decirle que no, que no
te quiero mucho, porque quererte es muy poco, muy simple. Quería decirle que la
amo, a todo su ser con todo mi ser, con todos los buenos sentimientos que un
ser humano puede tener. Sin embargo yo le
respondí sin pensar.
-¡Si, mucho te quiero!
Y ella sonrió y continuamos andando, uno al lado del otro.
Al despertar sentí que se había abierto un mundo, el otro mundo que
completaba mi otra mitad. En ese momento supe que la realidad se había colado
en mis sueños.
Entonces me di cuenta que las mujeres no aman de golpe. Abren la puerta
del amor y no entran hasta no estar seguras de que las quieren mucho. Allí es
cuando deciden entrar.
MMK
¿Fueron manipuladas las elecciones del 2016?
“Maneje cinco horas para votar contra Keiko”.
Aspirante a un doctorado en literatura.
Luego de varios meses de la elecciones del 2016 podemos
ver sin apasionamientos como se realizaron y respondernos a la pregunta de si
las elecciones presidenciales del 2016 fueron irregulares, ciñéndonos, en lo
posible a los hechos y haciendo conjeturas válidas.
1. El Jurado
nacional de elecciones favoreció al candidato Kuczynsky al eliminar de la
carrera presidencial a los candidatos Acuña y Guzmán. Antes de la exclusión de
Acuña y Guzmán, Kuczynski estaba en el quinto lugar de las preferencias, es
decir, no tenía ningún chance.
2. Las
exclusiones de Acuña y Guzmán, por causas que se hubieran podido subsanar, o
multar, fueron exageradas y sospechosamente parcializadas. Teniendo en cuenta
la preferencia ciudadana por esos candidatos, el JNE debería haber encontrado
una fórmula para mantener a esos candidatos en carrera pero optó por sacarlos
de las elecciones favoreciendo a Kuczynski.
3. La misma
OEA que supuestamente vela por la normalidad de las elecciones declaró que
“estaba preocupada por los plazos que toman las inhabilitaciones a los
candidatos”. Como si el JNE se hubiera tomado un tiempo para preguntarse y/o
preguntar no sabemos a quién.
4. Luego de
la inhabilitación de Acuña y Guzmán, Kuczynski sube al segundo lugar en las
preferencias. Aun así, estaba muy lejos de Keiko, aproximadamente 10 % contra
35%.
5. Las
marchas “Keiko no va” fueron acciones negativas contra un candidato y que no
deberían de haberse admitido’ El mismo Kuczynski se dio cuenta de lo irregular
de esas acciones y declaró que desistió de participar en ellas “para no violar
los principios democráticos”. Violación de principios democráticos que el JNE
si aprobó.
6. El uso de
la psicología de masas, de las técnicas de propaganda y los medios masivos de
difusión es habitual y corriente en las elecciones políticas en estos tiempos
postmodernos. Pero cuando se considera necesario, se usa técnicas de ataque
propagandístico, de fomentar el odio contra un candidato. Entonces se montó el
"Keiko no va” como una suerte de guerra nacional en la cual toda la
población nacional (pensante, racional, democrática, sensible, mayoritaria)
debería de abrazar. Este punto explica la frase “Maneje cinco horas para votar
contra Keiko”. El aspirante de doctorado no manejó cinco horas para votar por
su candidato, lo cual hubiera sido muy loable,
manejó ese tiempo para votar en contra de un candidato y encima lo hace
notar en Facebook para obtener la simpatía del público pues cumplió con gran
esfuerzo lo que la técnica propagandística conminaba a la gente hacer.
7. De una
manera escandalosa todos los medios periodísticos (no vi o no recuerdo alguno
que hizo la contrario) apoyaron la candidatura de Kuczynski y denostaron contra
la candidatura de Keiko. La prensa se escudó en su actitud principista de
apoyar la democracia.
8.
Expresiones como “el rechazo de la población sobre el posible retorno
del Fujimorismo al poder” se aceptaron. Este título periodístico no tiene
lógica. Porque las expresiones de una masa de gente que llena una plaza o dos
no representa a “la población”, ni el grueso de la población. El Perú tiene más
de 30 millones de personas. No cien mil, ni un millón ni diez millones pueden
usarse para declarar que la población, a secas expresa una opinión mayoritaria.
Ante la declaración de Kuczynski que “lo más probable es que hijo de ratero es
ratero también” ningún analista político comentó. Y lo más grave fue que Pedro
Pablo Kuczynski calificó de “crueldad” enviar a los delincuentes a penales como
el de Challapalca en Puno y “desconectarlos” del país. Ante grueso error los
sesudos analistas guardaron silencio. Esa declaración debía de haberle costado
la presidencia a Kuczynski pero fue escabullida por la prensa y la candidata
Fujimori desaprovechó.
Quienes estuvieron detrás de estas irregularidades son
los mismos de siempre, los que hacen buenos negocios igualmente con dictadores
o con presidentes elegidos democráticamente.
lunes, 5 de septiembre de 2016
Cecilia I
I
Estaba en una fiesta a la cual fui a regañadientes,
para acompañar a mi hermana, no a la menor pero a la mayor y estaba aburrido y
malgeniado mientras todos se divertían. Hasta que la vi.
La vi pero no pude fijar su mirada
elusiva, esquiva. Mas luego la apresé con mis ojos y fue mi perdición. Por
ellos entró el deseo en mí, el querer estar con ella, el querer hablar con
ella, el querer mirarla totalmente y profundamente y el querer saber cómo se
siente el mundo alrededor cuando se está al lado de ella. Desdicha fue que eso
nunca ocurrió, jamás pasó.
En medio del salón bailamos una canción
acerca de una chica singular con un nombre singular, de un amor que nunca floreció.
Si hubiera sabido en ese instante lo que supe años después me hubiera ahorrado
tantas lágrimas de desamor. Pero en ese momento la tenía junto a mí y era eso
lo que importaba. Era mío su cabello que rozaba mi mejilla, era mío el perfume
que irradiaba su cuerpo y era mío su manita atenazada por la mía. El final de
la canción me sorprendió en un trance, de perdido, de ido, de alucinado. Dejamos
de bailar y nos alejamos. ¿Qué me paso?
Debí de haberle hablado, preguntarle si la podía llamar, si la podía
invitar a pasear, ¡tonto de mí! La busqué para bailar otra vez pero se había
ido ya.
Sin embargo ya había abierto una
grieta en mi realidad por donde poco a poco iban escapándose mis pensamientos. Nada
estaba ya en mi voluntad. Me oculte en el lado oscuro de la luna, donde no me llegara
ningún rayo de su sol. Degradé su ser a la no existencia y resolví ignorarla.
La veía desde otra dimensión, sus palabras no llegaban a mis oídos, se desplomaban
al suelo.Diluía su figura y la tornaba transparente. Así la fui desconociendo
poco a poco hasta que un día, un día, un enajenado día, ella disparó un rayo de
su luz con su mirada que limpio los campos de fuerza erigidos para protegerme
de ella y sumergió en un total caos mi existencia.
¿Sabías que una mirada puede destruir
tu mundo? ¿Qué una sonrisa puede astillar tu universo? ¡Helo allí! Así fue.
Pero me sucedió a mí y a ningún otro, ¿Por qué? Porque yo estaba dañado ya, por
esa visión de la primera vez, cuando mis ojos no enfocaron bien. Deberían
haberse perdido, como un misil que no alcanza su objetivo.
MMK
domingo, 4 de septiembre de 2016
Me gustas tú -Manu Chao
Es una de
las canciones más populares de Manu Chao. Su verdadero nombre es José-Manuel
Thomas Arthur Chao. La canción es simple
pero pegajosa. Nos trae reminiscencia de Radio Reloj, estación de radio que
daba la hora cada minuto y que intercalaba con noticias y propaganda. Radio
Reloj fue muy popular pues todos tenían que saber qué hora era cuando nos levantábamos
a estudiar y los papás a trabajar.
El coro incluye unas frases en francés pues
es de donde es Manu Chao:
Qué voy a hacer, je ne sais pas (no lo sé)
qué voy a hacer, je ne sais plus, (no lo
sé mas)
qué voy a hacer, je suis perdu (estoy perdido)
¿qué horas son mi corazón?
¿Qué significa?
Si nos remitimos a letra, talvez una
noche en vela, con una chica, desde la medianoche hasta las cinco de la mañana.
Seguramente amándose pues constantemente le dice que le gusta (ella) pero que quiere
saber a ratos qué hora es.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)