sábado, 13 de noviembre de 2021

BY THE TIME I GET TO PHOENIX Subtítulos en español


Esta canción, así como “Parque Mac Arthur” fue compuesta por Jim Webb, basada en una relación sentimental que tuvo con una enamorada del tiempo del colegio. Luego ella lo dejo para irse a otro pueblo para trabajar como bailarina. Al final ella se casa con otro tipo.
La canción fue grabada por Glen Campbell en 1967
En esta canción Webb nos muestra una vez más cómo una letra simple puede producir las emociones más intrincadas. "Cuando llegue a Phoenix" trata del primer día de ruptura de una relación disfuncional y tediosa. Esta persona finalmente se da cuenta de que salir de esta relación le salvará la vida, porque ambos han agotado todas las posibilidades para salvarla. La única opción es un rompimiento definitivo. El protagonista debe haberse ido temprano en la mañana y mentalmente imagina lo que su amor estará haciendo, en diferentes momentos de su día y cuán lejos él estará de ella, cuando ya no puede regresar. ¿Cuántos de nosotros hemos tocado esta canción una y otra vez en nuestras mentes, pero nunca hemos sido consecuentes con los hechos? Tú sabes cuando una relación ha terminado, pero estás atrapado por el miedo, las inseguridades, etc., y como humanos optamos por seguir con lo que es familiar. Ahí es donde, una vez más, Webb es realmente brillante. Toma una historia simple (como esta canción) para convertirla en un lienzo, para que alguien coloree sus propias experiencias personales. Como seres humanos soportamos mucho dolor y sufrimiento sin tener el coraje de cambiar. Esa es la premisa de esta letra, cuando el amor está tan desgastado, uno debe de terminar.
La línea de tiempo que describe Webb en la  canción es posible de seguir, de Phoenix en Arizona a Alburquerque en Nuevo México hacia su destino final, en la ciudad de Oklahoma en Oklahoma.

http://www.songfacts.com/detail.php?id=1958

¡Guíame Mabel! - XXXV


¡Cómo …no me pude dar cuenta!

Es la frase que dice Wilfredo Gonzales en la parte final de la canción “Pequeñas cosas”.

Es verdad, de algún modo, no entendía ni comprendía que estaba pasando. Yo que pensaba que era muy inteligente, además de listo y precavido. Y no me di cuenta.

Fue desde el principio que algo extraño pasaba entre los dos. Recuerdo que me plantaste la vez que nos citamos para que me mostraras una ciudad de tu familia. Te esperé hasta que cuando te llamé para saber la razón por que no venias.

-Tengo algo que hacer.

Era imposible que fuera esa la razón porque la habíamos organizado con anticipación. Mientras paseaba solo por calles desconocidas de tu ciudad me preguntaba cuál sería la razón principal por no haberte reunido conmigo. Andaba y andaba y tuve una extraña sensación. Estoy seguro que, si te hubiera visto allí, estando solos los dos, hubiera intentado besarte sin ninguna razon. No había habido nada entre nosotros pero apareció una intensa atracción que te dije en mi mente.

-Menos mal que no viniste, por tu bien.

Desde ese momento te traté indiferente, algunas veces rudamente, como pretendiendo odiarte. Y así por años, aunque tú te mostraras amigable y servicial. Te describía en mi mente como falsa, egoísta y débil, aunque esos adjetivos no fueran reales.

Un día, lo recordarás, estábamos en una fiesta y nos quedamos bailando solos los dos, extrañamente, muy alegremente. Los demás o estaba durmiendo, se habían ido ya o estaban en otras habitaciones. Tu sonreías tan plácidamente, tanto como yo. Y bailábamos una y otra vez incasablemente. Sí, me divertí.

Al cabo de dos años nos volvimos a encontrar en otra fiesta. Recuerdo que cada vez que querías me sacabas a bailar extendiéndome tu mano. Te vi tan bonita, tan grácil que no tuve oportunidad de rechazarte. Recuerdo que, al despedirme te dije:

-Te voy a extrañar.

Porque lo dije, no lo sé.

Lo que si se es que me empezaste a gustar. ¿Cómo pasó? Tampoco lo sé.

Lo que hice es … guardarme mis sentimientos. La inseguridad se posesionó de mí y ya no te vi más.

Estaba revisando mi correo electrónico al año de que te fuiste cuando encontré un mensaje de saludo enviado por ti un día antes de mi cumpleaños. Era una canción de Juan Gabriel “Yo te recuerdo” cantada junto con Marc Anthony. Y con sorpresa me enteré que te preguntabas porque yo no te hablaba.

Había sido el momento de quererte, el tiempo había llegado para ese fin.

¡Cómo … no me pude dar cuenta!