XIX
Había escuchado
que ciertas personas, con una fuerte o poderosa relación afectiva entre ellas,
se podían comunicar usando un medio paranormal, como la telepatía. Me
preguntaba si eso era posible o era un invento, hasta que me paso a mí.
Andaba ya con
cuarenta y dos años a cuestas y un día, sería como las dos de la tarde,
caminaba por el centro de la ciudad. Paseaba despreocupado cuando transitando por
un jirón me topé con una sobrina lejana a quien no había visto hace tiempo.
-Hola María – le
dije
-Hola, que tal –
me respondió.
Le extendí mi
mano y me la estrechó. Súbitamente comencé a sentir una extraña sensación que
me hizo llorar, pues mis ojos vertieron lágrimas como si sintiera una gran
pena.
-¿Qué te pasa?
¿Por qué estás tan triste? –Le pregunté.
En ese instante
se puso a llorar.
-¿Qué te ha
pasado?
-Mis padres me
han echado de la casa porque he salido embarazada y no tengo a donde ir.
No me había dado
cuenta que era víspera de Navidad y verla en esa situación me hizo sentir una
gran tristeza.
-Siento mucho lo
que ha pasado. La reacción de tus padres es comprensible pero momentánea. A
ellos se les pasara la cólera y volverán a recibirte.
-Pero ahora
¿adónde me voy?
- ¿Tienes alguna
amiga cerca de tu casa que te pueda alojar? ¿una tía, tu madrina, alguien quien
te pueda ayudar en este momento?
-Sí, tengo una
tía que vive cerca y creo que me podría recibir.
Me despedí de
ella y seguí mi camino.
Me sorprendió lo
que me había pasado, pero también me asombró que María no me haya preguntado
cómo supe que ella tenía un gran problema. Y es porque ella no se estaba comunicando con palabras ni con miradas. Tal vez ni siquiera Maria se dio cuenta que se estaba comunicando con el espíritu.
Esa experiencia
me ayudo a comprender como ocurre la comunicación “esotérica” entre ciertas
personas.
Aquellas
personas que tienen esos “poderes”, que no lo son, sino habilidades, actúan
como aparatos radiofónicos. Unas personas son emisores, transmiten un
sentimiento, una idea, un presagio. Otras son receptoras, son las que captan
los mensajes y las emociones que emiten las transmisoras. Y algunas personas
tienen la capacidad de transmitir y recibir.
Y yo era un simple receptor.
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