Ojalá
Fue compuesta en
1969. En una entrevista, Silvio Rodríguez declaró:
“Ojalá yo la
compuse dedicada a una mujer de nombre Emilia Sánchez, que podríamos decir, fue
mi primer amor. Fue un amor que tuve cuando estuve en el ejército, haciendo mi
servicio militar. La conocí cuando tenía 18 años, fue mi primer amor importante
en el sentido de que fue el primer amor que me enseñó cosas. Era una muchacha
mucho más evolucionada que yo, mucho más inteligente, más culta. Me enseñó, por
ejemplo, a César Vallejo. Después nos tuvimos que separar, estaba estudiando
medicina y, en fin, no le cuadró. No sé por qué estudió medicina, cosa loca de
ella, en realidad siempre fue de letras. Después estudió letras, se fue a su
pueblo Camagüey, a estudiar eso y yo me quedé solo aquí en La Habana,
totalmente desolado. Pasaron los años y el recuerdo de aquel amor tan bonito,
tan productivo, tan útil (ojo, no confundir con utilitario), enriquecedor, de
aporte a uno... pues, estaba obsesionado yo con esa idea. Y porque fue un amor
frustrado, tronchado por las circunstancias, por la vida, no fue una cosa que
se agotara, pues se me quedó un poco como un fantasma y por eso compuse esta
canción en un momento quizás de delirio, de arrebato, de sentimiento un poco
desmesurado: ojalá esto, ojalá lo otro...”
Interpretación:
“Ojalá que las
hojas no te toquen el cuerpo cuando caigan, Para que no las puedas convertir en
cristal”
-
Significa que, si las hojas caen en tu cuerpo se cristalizarían, convirtiéndose
en algo duro, como eres tú.
“Ojalá que la
lluvia deje de ser milagro que baja por tu cuerpo”
-
No puede ser posible que algo como la lluvia pueda recorrerte, porque seria algo tan bello y extraordinario que no quisiera aceptar.
“Ojalá que la
luna pueda salir sin ti”
-
Tu presencia detiene el recorrido de la luna que con el sol origina la
noción de noche y día, lo cual posibilita la vida. No eres buena para la luna.
“Ojalá que la
tierra no te bese los pasos”
-
Que no existas, que tu existencia no se pruebe dejando huellas.
“Ojalá se te
acabe la mirada constante, la palara precisa, la sonrisa perfecta, ojalá pase
algo que te borre de pronto”.
-
Quisiera que todos tus atributos que veo en ti se esfumaran,
desaparecieran
“Una luz
cegadora, un disparo de nieve”
-
Sí, quiero terminar tu vida que llevo dentro de mí con algo tan
dramático como banal y simple.
“Ojalá por lo
menos que me lleve la muerte”
-
Si no es posible borrarte de mí, entonces que sea con mi desaparición
total de mi sufrimiento.
“Para no verte
tanto, para no verte siempre, en todos los segundos, en todas las visiones”
-
Porque aun te quiero, porque lo saben mis sentimientos
“Ojalá que no
pueda tocarte ni en canciones”
-
Te tengo un amor que se vierten en mis creaciones.
“Ojalá que la
aurora no de gritos que caigan en mi espalda”
-
Quisiera que la aurora no me llame, que el nacimiento del día no me
reclame porque le daré la espalda, no quiero que venga los días, que no pasen,
quiero que se detenga la vida.
“Ojalá que tu
nombre se le olvide a esa voz”
-
No quiero que esa voz que resuena dentro de mí, voz que desconozco, cese
de nombrarte, porque me repite tu nombre.
“Ojalá las
paredes no retengan tu ruido de camino cansado”
-
No quiero testigos que graben el sonido de tus pasos, de tu andar por la
tierra en donde yo habito.
“Ojalá que el
deseo se vaya atrás de ti, a tu viejo gobierno de difuntos y flores”
-
Ya no quiero desear, ya no quiere sentir, ya no quiero amar, quiero que
el amor huya de mí, que retorne a ti, cuando solías ser, fría y sin vida.
Solía
identificarme con Silvio con esta canción, ¿qué sufrido enamorado no la acunó
en sus brazos y lloró con ella queriendo que alguna vez se durmiera acaso para
siempre?
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